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Permiso de trabajo: 4 formas de obtenerlo

¿Quieres trabajar legalmente en Estados Unidos?

Hoy te explico cuatro caminos para conseguir tu permiso de trabajo.

También respondo a una duda que me llega con frecuencia: ¿Se puede tener más de un permiso de trabajo?

Y ojo con esto: miles de latinos están perdiendo su oportunidad (y su dinero) por caer en dos estafas muy específicas que están circulando ahora mismo. Te voy a contar exactamente cómo identificarlas para que no seas la próxima víctima.

Empecemos.

¿Permiso de trabajo, visa de trabajo o Green Card?

El sueño de trabajar en Estados Unidos es totalmente alcanzable, pero hay tres caminos diferentes que muchas veces se confunden. Vamos a ponerlos en claro de una vez por todas:

La diferencia clave: con la visa de trabajo vienes a trabajar, con la Green Card puedes trabajar en todo, y con permiso de trabajo pides autorización para trabajar estando ya en los Estados Unidos.

Las diferencias entre visa de trabajo, Green Card y permiso de trabajo

¿Cómo consigo el permiso de trabajo?

Esta es la pregunta del millón.

Como te expliqué más arriba, el permiso de trabajo se solicita únicamente desde dentro de Estados Unidos. Si estás en tu país, esta opción no te sirve: necesitarías una visa de trabajo para venir.

Podrás solicitarlo solo si tienes algo que te dé derecho a pedirlo. Por ejemplo, si tienes una petición de asilo pendiente después de 150 días de haberla presentado, si eres cónyuge de alguien con visa de trabajo como H-1B o L-1, si tienes TPS, si estás en proceso de ajuste de estatus para Green Card, o si eres estudiante internacional con OPT aprobado.

En cuanto al proceso en concreto, el permiso de trabajo se solicita con el formulario I-765 ante USCIS, que es la oficina de inmigración dentro de Estados Unidos. No es con el consulado, no es con ICE, es específicamente con USCIS.

El formulario I-765 es el que debes presentar ante USCIS para obtener el permiso de trabajo en Estados Unidos

Mi recomendación es que, antes de llenar el formulario, te asegures de que realmente calificas. Cada categoría tiene requisitos específicos y, si te equivocas, pierdes tiempo y dinero. No todos los que están en Estados Unidos pueden solicitar permiso de trabajo, y aquí es donde muchas personas se confunden y terminan gastando dinero en vano.

La pregunta que deberías hacerte antes de comenzar, entonces, es: ¿mi situación actual me permite legalmente solicitar autorización para trabajar? Si no estás seguro, es mejor consultar antes de enviar papeles.

Las 4 formas más comunes de conseguir tu permiso de trabajo

Ya sabes que, para obtener el permiso de trabajo, necesitas estar dentro de Estados Unidos y tener algo que te dé derecho a solicitarlo.

Ahora vamos a las cuatro maneras más frecuentes que veo en la práctica, con todos los detalles que necesitas conocer.

1. Por matrimonio con ciudadano estadounidense

Esta es probablemente la ruta más popular. Si estás en Estados Unidos y te casas con un ciudadano estadounidense (obviamente tiene que ser de buena fe y por amor, no un matrimonio de conveniencia), puedes solicitar el permiso de trabajo mientras esperas tu Green Card.

El proceso funciona así: inicias el trámite de residencia por matrimonio y al mismo tiempo solicitas tu permiso de trabajo. La ventaja es que no tienes que esperar años sin poder trabajar.

El matrimonio con un ciudadano estadounidense te permite pedir una Green Card con la cual podrás trabajar en Estados Unidos

Una vez que obtengas la Green Card, ya no necesitarás renovar permisos de trabajo, porque con la residencia permanente puedes trabajar sin restricciones.

Esta forma de obtener el permiso de trabajo también aplica para otras peticiones familiares. Por ejemplo, si un hijo ciudadano estadounidense está pidiendo a sus padres que ya están dentro del país, los padres pueden solicitar permiso de trabajo durante el proceso.

2. Con estatus de “parole” especial

Este permiso de trabajo tiene históricamente algo bueno y es que se consigue bastante rápido, en pocas semanas, y algo malo: que en general no se puede renovar. Entonces la gente consigue ese permiso, pero después no lo puede renovar, así que cuidado.

Aquí hay algo importante que debes saber: históricamente, estos permisos de trabajo se han procesado bastante rápido, en pocas semanas. Pero tienen una desventaja grande: en la mayoría de los casos no se pueden renovar. Esto significa que obtienes el permiso, pero cuando se vence, se acabó tu autorización para trabajar. Es una solución temporal, no permanente.

3. Si tienes TPS (Estatus de Protección Temporal)

El TPS es una protección temporal que Estados Unidos otorga a personas de ciertos países que están pasando por crisis o situaciones peligrosas. Si eres de un país designado para TPS y calificas, puedes solicitar permiso de trabajo.

Por ejemplo, Venezuela ha tenido designaciones de TPS en diferentes momentos. Las personas que lo obtienen pueden trabajar legalmente mientras tengan esa protección. Eso sí, hay que estar al tanto de los cambios legales porque estas designaciones pueden cambiar o terminar según las decisiones del gobierno y los tribunales.

4. Solicitando asilo político

Esta es otra forma muy común de obtener el permiso de trabajo. Si tienes miedo de regresar a tu país porque te persiguieron o podrían perseguirte por tu política, raza, nacionalidad, religión o pertenencia a un grupo social específico, puedes solicitar asilo.

El asilo se puede pedir de dos maneras: defensivamente en una corte de inmigración, si ya tienes un proceso de deportación, o afirmativamente en la oficina de asilo, si entraste legalmente (por ejemplo, con visa de turista) y quieres solicitar protección.

Aquí viene lo crucial sobre el permiso de trabajo: cuando presentas tu solicitud de asilo con el formulario I-589, empieza a correr un reloj de 180 días. Después de los primeros 150 días, puedes solicitar tu permiso de trabajo, pero solo si no has interrumpido ese reloj.

¿Cómo se interrumpe el reloj? Cuando tú causas demoras en el proceso. Por ejemplo, si te mudas y pides cambio de corte o si llegas sin abogado y pides más tiempo para conseguir uno. Por eso es importante estar preparado desde el principio y evitar demoras innecesarias.

El permiso de trabajo llega después de los 180 días completos desde que el gobierno recibió tu solicitud de asilo. En otras palabras, desde que inicias el proceso hasta que puedes trabajar pasan mínimo seis meses, siempre que no interrumpas el reloj.

Para saber más sobre este tema, te recomendamos el artículo “Todo sobre el reloj de asilo“.

Un punto clave para recordar

Cada una de estas cuatro formas tiene sus propios requisitos, tiempos y complicaciones. No es suficiente con estar en una de estas situaciones, tienes que cumplir con todos los requisitos específicos y seguir el proceso correctamente.

¿Se puede tener más de un permiso de trabajo?

Esta es una pregunta que me hacen constantemente, y la respuesta va a sorprender a muchos: sí, puedes tener más de un permiso de trabajo al mismo tiempo. Y no solo eso, en la mayoría de los casos es lo que te recomiendo, si es que calificas para varias opciones.

¿Por qué?

Recuerda lo que te expliqué antes: algunos permisos de trabajo se vencen y no los puedes renovar, como muchos de los que vienen con “parole”. Otros sí se pueden renovar, como el del asilo.

Entonces, ¿qué pasa?

Te voy a contar un escenario que veo todos los días en mi práctica, y que puede ser tu historia si no prestas atención. Muchas personas consiguen su permiso de trabajo por “parole” y se relajan. Es lógico: ya tienen el documento en la mano, ya pueden trabajar legalmente.

Se puede tener más de un permiso de trabajo (autorización para trabajar) a la vez

Pero aquí viene el problema: muchas de estas mismas personas también tienen derecho a pedir asilo porque los persiguieron en su país por razones políticas, religiosas, raciales o por pertenecer a cierto grupo social. Sin embargo, como ya tienen un permiso de trabajo, no se apuran a presentar su caso de asilo.

Lo que ocurre, entonces, es que el permiso de trabajo del “parole” se vence, no lo pueden renovar, y como no presentaron el asilo a tiempo, no tienen el reloj de 180 días corriendo para el segundo permiso. Resultado: se quedan sin autorización para trabajar.

No te olvides de que el permiso de trabajo por asilo demora mínimo seis meses desde que presentas tu caso. Entonces, si se te vence el primer permiso y no puedes conseguir el del asilo a tiempo, pierdes el trabajo. Es devastador.

Por eso, si hubieras tenido los dos procesos corriendo al mismo tiempo, aunque se te venza el primer permiso de trabajo, tendrías el segundo listo o casi listo. Mantienes tu empleo, tu estabilidad, tu vida.

Esto suena burocrático y complicado, con todos estos números de días y formularios, pero es absolutamente crítico. Hay gente que pierde trabajos de años, oportunidades únicas, estabilidad familiar, todo por no entender esta estrategia.

Lamentablemente, la mayoría de las personas se enteran de esto demasiado tarde, cuando ya perdieron su trabajo y están desesperadas. Todos los días nos contactan personas que ya tienen este problema y tenemos que trabajar contra el tiempo para activar rápidamente el reloj del permiso de trabajo.

El consejo de oro

Si calificas para más de una forma de obtener permiso de trabajo, no te conformes con una sola. La redundancia aquí no es un lujo, es una necesidad. Tu futuro laboral en Estados Unidos puede depender de esta decisión que tomes hoy.

Las dos estafas más comunes con permisos de trabajo

Te voy a explicar dos situaciones que veo frecuentemente en mi práctica, para que puedas identificarlas y protegerte. Comparte esta información con tus seres queridos, porque es importante que todos estén informados.

Estafa #1: “Te doy el permiso de trabajo, solo págame”

Esta es la versión directa. Alguien te promete conseguirte un permiso de trabajo sin explicarte cómo ni por qué calificas. Tú pagas y ellos simplemente no hacen nada.

Después de todo lo que te expliqué, ya sabes que el permiso de trabajo no se compra, se obtiene porque tienes derecho a pedirlo. Necesitas tener una petición pendiente que te dé derecho: Green Card en proceso, TPS, asilo, matrimonio con ciudadano, etc.

Mi recomendación clave: siempre trabaja con un abogado registrado con licencia vigente. Puedes verificar esto en la barra de abogados del estado donde esté registrado. Los abogados estamos sujetos a reglas de ética profesional y si hay problemas, tienes recursos legales para reclamar.

Para leer más sobre este tema, te recomiendo el artículo “Cómo saber si mi abogado de inmigración es confiable”.

Estafa #2: La solicitud de asilo sin tu conocimiento

Esta segunda situación es más compleja. Te dicen: “Yo te consigo el permiso de trabajo”. Tú pagas y, efectivamente, al tiempo te llega tu permiso de trabajo en el correo.

Entonces piensas: “¡Perfecto! Este servicio funciona. Aquí está el documento y ya estoy trabajando”.

Lo que realmente pasó: Presentaron una solicitud de asilo a tu nombre. Como ya sabes, cuando pides asilo, después de 150 días puedes solicitar permiso de trabajo. Pero aquí viene el problema: es muy probable que no califiques para asilo.

El asilo tiene reglas específicas y la mayoría de las personas no califican porque no fueron perseguidas por las cinco causales que reconoce la ley. Sin que te des cuenta, ahora tienes un caso de asilo pendiente que probablemente no va a prosperar.

Cuando el caso de asilo no prospera, puedes terminar frente a un juez de inmigración en un proceso de deportación. Si no te presentas a las audiencias porque ni sabías que tenías un caso, la situación se complica aún más y te quitan el permiso de trabajo.

Lo que hace esta situación especialmente problemática es que las personas, de buena fe, recomiendan estos servicios a familia y amigos porque “funcionaron”. Sin darse cuenta, están propagando un problema que puede afectar a toda su comunidad.

Recuerda siempre: nadie te da un permiso de trabajo “porque sí”. Quien te ayude debe explicarte exactamente cómo vas a conseguirlo: Green Card pendiente, TPS, asilo legítimo, matrimonio, etc. Tiene que haber algo concreto y legal que te dé derecho.

La importancia de trabajar con profesionales

Hazlo con un abogado registrado. Todas las semanas me contactan personas que hicieron sus casos con personas bien intencionadas, pero sin preparación legal adecuada. Los formularios migratorios, especialmente el I-589 del asilo, son declaraciones juradas ante el gobierno que requieren precisión y conocimiento legal.

Tu caso migratorio es una inversión en tu futuro. Vale la pena hacerlo bien desde el principio con la ayuda correcta. Si algo suena demasiado fácil o no te explican claramente el proceso, es mejor investigar más antes de proceder.

Si necesitas asesoramiento o quieres iniciar tu caso, programa una consulta con nosotros aquí.

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