Cuando llegas a Estados Unidos, una de las cosas que puede sorprenderte es ver perros en lugares donde normalmente no esperarías encontrar mascotas: restaurantes, supermercados, hospitales e incluso aviones.
Estos animales no son mascotas comunes, sino animales de servicio, y están protegidos por leyes federales que les permiten acompañar a personas con discapacidades en casi cualquier lugar público.
En este artículo te contamos:
- Qué son los animales de servicio y cómo se diferencian de las mascotas de apoyo emocional
- Dónde pueden entrar estos animales y qué lugares están obligados a permitirlos
- Qué preguntas pueden y no pueden hacerte sobre tu animal de servicio
- Requisitos para viajar con animales de servicio dentro y fuera de Estados Unidos
- Qué hacer si experimentas discriminación y cómo proteger tus derechos
¿Qué es un animal de servicio?
Un animal de servicio es un perro entrenado de manera individual para hacer un trabajo específico o realizar tareas que ayudan directamente a una persona con discapacidad.
Bajo la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés), solo los perros califican como animales de servicio.
Existe una excepción muy específica para caballos miniatura que han sido entrenados de manera similar, pero la gran mayoría de los animales de servicio que verás son perros de cualquier raza y tamaño.
Lo importante aquí es entender que no basta con que el animal te haga compañía o te brinde consuelo emocional.
Debe estar entrenado para realizar una acción concreta relacionada con la discapacidad de su dueño.
Por ejemplo, un perro puede estar entrenado para:
- guiar a una persona ciega;
- alertar a alguien con epilepsia cuando está por tener una convulsión;
- recordarle a una persona con depresión que tome su medicamento, o
- ayudar a alguien en silla de ruedas a recoger objetos del suelo.
Estos perros llevan a cabo tareas concretas que van más allá de simplemente estar presentes.
La diferencia clave: servicio versus apoyo emocional
Esta es una confusión muy común, incluso entre estadounidenses.
Muchas personas piensan que cualquier animal que ayude emocionalmente a alguien es un animal de servicio, pero la ley hace una distinción muy clara.
Los animales de apoyo emocional, también llamados animales de consuelo o de compañía, no son animales de servicio bajo la ADA.
Estos animales ayudan solo por estar presentes con su dueño, pero no fueron entrenados para realizar una tarea específica relacionada con una discapacidad.
La diferencia es fundamental porque estos animales no tienen los mismos derechos de acceso que los animales de servicio.
Por ejemplo, si un perro calma a su dueño durante un ataque de ansiedad solo con su presencia, ese es un animal de apoyo emocional.
Pero si el perro fue entrenado para detectar que un ataque de ansiedad está por comenzar y toma una acción específica para ayudar a prevenirlo o reducir su impacto, entonces sí califica como animal de servicio.
Es importante aclarar que los animales de apoyo emocional sí tienen protecciones bajo otras leyes federales, especialmente en vivienda, pero no tienen derecho a acceder a todos los lugares públicos como los animales de servicio.
¿Adónde pueden ir los animales de servicio?
La regla general es simple: un animal de servicio puede ir a cualquier lugar donde el público tenga permitido estar. Esto incluye prácticamente todos los espacios que puedas imaginar.
Restaurantes y cafeterías deben permitir la entrada de animales de servicio, incluso si tienen carteles de “no se permiten mascotas”. Los perros de servicio pueden acompañar a sus dueños a través de líneas de buffet y áreas de autoservicio de comida. No pueden sentarse en las sillas ni comer de la mesa, pero sí pueden estar en el piso junto a su dueño o debajo de la mesa.
En tiendas y centros comerciales, los animales de servicio tienen acceso completo. Esto aplica desde pequeñas tiendas de barrio hasta grandes cadenas. El perro debe permanecer en el suelo o ser cargado por su dueño, pero generalmente no se permite colocarlo en carritos de compras.
Los hospitales, clínicas y otros establecimientos de salud deben permitir animales de servicio en áreas donde los pacientes y visitantes pueden ir, como habitaciones de pacientes, cafeterías y salas de espera. Solo pueden ser restringidos en áreas donde su presencia podría comprometer condiciones estériles, como quirófanos o unidades de quemados.
Las escuelas públicas y universidades están obligadas a permitir animales de servicio. En el contexto escolar de K-12, la escuela puede necesitar dar alguna asistencia al estudiante para manejar su animal de servicio, dependiendo de la edad y capacidad del niño.
Los hoteles no pueden limitar a los huéspedes con animales de servicio a ciertas habitaciones designadas para mascotas. Deben tener acceso a cualquier habitación disponible. Tampoco pueden cobrar cargos de limpieza adicionales por el pelo o caspa del animal, aunque sí pueden cobrar por daños reales si el animal causa algún desperfecto.
En transporte público como autobuses y trenes operados por gobiernos estatales o locales, los animales de servicio deben ser permitidos. En aviones, las reglas son un poco diferentes porque se rigen por otra ley federal, pero los perros de servicio también están protegidos en viajes aéreos.
Incluso en lugares que podrían parecer inesperados, como gimnasios, piscinas públicas y lugares de culto que reciben fondos públicos, los animales de servicio por lo general deben ser permitidos. Hay algunas excepciones muy específicas: por ejemplo, los perros de servicio pueden estar en el área alrededor de una piscina, pero no dentro del agua, por razones de salud pública.
Lo que los negocios pueden y no pueden preguntar
Si trabajas en un negocio o simplemente te interesa conocer tus derechos, es útil saber qué pueden preguntar los empleados cuando no está claro si un perro es un animal de servicio.
Cuando hay dudas, el personal solo puede hacer dos preguntas:
- ¿Es este un animal de servicio requerido por una discapacidad?
- ¿Qué trabajo o tarea está entrenado para hacer?
Eso es todo.
No pueden pedir documentación, certificados, registros o ningún tipo de identificación especial del animal.
No pueden pedirle a la persona que demuestre lo que el perro puede hacer ni pueden pedir detalles sobre la discapacidad del dueño.
Esto significa que ver a un perro con chaleco o arnés especial no es definitivo. Los animales de servicio no están obligados a usar identificación visible (aunque muchos dueños eligen ponerles chalecos para evitar confusiones). Por otro lado, un perro con chaleco no necesariamente es un animal de servicio legítimo.
Requisitos y responsabilidades del dueño
Aunque los animales de servicio tienen amplios derechos de acceso, también hay expectativas claras sobre cómo deben comportarse.
Un animal de servicio debe estar bajo control de su dueño en todo momento. En general, esto significa que debe estar con correa, arnés o atado a menos que esto interfiera con el trabajo del animal o que no se pueda por la discapacidad de la persona. En esos casos, el dueño debe controlar al animal mediante voz, señales u otros medios efectivos.
El perro debe estar entrenado para portarse bien en público. Un animal que se las pasa ladrando, gruñe, muerde, corre por todas partes o salta sobre otras personas sin provocación no está bajo control y puede ser excluido, incluso si es un animal de servicio legítimo. Del mismo modo, un perro que no está entrenado para hacer sus necesidades apropiadamente puede ser retirado.
Si un animal de servicio se está comportando de manera disruptiva y el dueño no toma medidas efectivas para controlarlo, el negocio o establecimiento puede pedir que el animal sea retirado. Sin embargo, deben seguir ofreciendo sus servicios a la persona sin el animal presente.
Los gobiernos locales pueden requerir que todos los perros, incluyendo animales de servicio, estén vacunados y tengan licencia si esas reglas aplican a todos los perros en general. Pero no pueden exigir certificación o registro especial solo para animales de servicio.
Consideraciones especiales para inmigrantes
Si estás planeando traer un animal de servicio a Estados Unidos o viajar fuera del país con uno, hay reglas adicionales que debes conocer.
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) tienen requisitos específicos para importar perros, incluyendo animales de servicio.
Todos los perros que entran al país deben tener al menos seis meses de edad, estar microchipeados, verse saludables al llegar y cumplir con ciertos requisitos de documentación.
Si tu perro estuvo en un país considerado de alto riesgo para rabia, hay requisitos extra, incluyendo certificados de vacunación, exámenes veterinarios y posible cuarentena.
Es clave planear con anticipación. Algunos de estos requisitos pueden tomar meses de preparación, especialmente si viajas a países con reglas muy estrictas como Australia. Debes contactar tanto al Departamento de Agricultura de Estados Unidos como a las autoridades del país que planeas visitar para asegurarte de cumplir con todos los requisitos.
Al volar dentro de Estados Unidos, las aerolíneas pueden requerir formularios estandarizados del Departamento de Transporte que certifiquen la salud, comportamiento y entrenamiento del animal. Para vuelos de más de ocho horas, pueden pedir un formulario adicional confirmando que el animal puede controlarse o hacer sus necesidades de manera higiénica durante el vuelo.
Respeto y etiqueta
Como miembro de la comunidad, es importante saber cómo interactuar de forma apropiada cuando ves un animal de servicio.
La regla de oro es simple: no distraigas al animal. Estos perros están trabajando. Aunque sean adorables, no debes acariciarlos, llamarlos, ofrecerles comida o jugar con ellos sin permiso explícito del dueño.
También es importante no hacer suposiciones. No todas las discapacidades son visibles. Quizá parece que alguien no tiene una discapacidad, pero aun así depender de un animal de servicio. Las preguntas sobre la discapacidad de alguien o por qué necesita un animal de servicio son inapropiadas y pueden ser discriminatorias.
Fraude y sus consecuencias
Desafortunadamente, algunas personas intentan hacer pasar a sus mascotas regulares como animales de servicio para llevarlas a lugares públicos.
Esto no solo es deshonesto, sino que en muchos estados es ilegal y puede resultar en multas. Además, perjudica a personas con discapacidades legítimas, porque crea escepticismo sobre animales de servicio reales.
Existen numerosos sitios web que venden certificados, chalecos y tarjetas de identificación de “animales de servicio”, pero estos documentos no tienen validez legal bajo la ADA.
La ley no reconoce ningún sistema oficial de certificación o registro. Un perro es un animal de servicio basado en su entrenamiento y la relación con la discapacidad de su dueño, no por tener documentos o accesorios especiales.
Conoce tus derechos
Si alguien te discrimina por usar un animal de servicio, tienes opciones.
Puedes presentar una queja ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que es responsable de hacer cumplir la ADA.
También puedes presentar una demanda privada en una corte federal.
Muchos estados y ciudades tienen leyes adicionales que protegen los derechos de personas con discapacidades y sus animales de servicio.
Para preguntas específicas sobre la ADA, puedes llamar a la línea de información de la ADA al 1-800-514-0301. Hay especialistas disponibles para responder preguntas sobre cómo se aplica la ley a situaciones particulares.
Los animales de servicio representan independencia, seguridad y dignidad para muchas personas con discapacidades. Entender cómo funcionan estas protecciones legales no solo te ayuda a conocer tus derechos si alguna vez necesitas un animal de servicio, sino que también te permite ser un miembro más informado y considerado de tu comunidad en Estados Unidos.

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