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¿Puedo retirar mi solicitud de asilo en Estados Unidos?

Abandono de la solicitud de asilo en EEUU

Cuando pides asilo en Estados Unidos, lo haces pensando en los beneficios que trae conseguirlo: la protección para quedarte en el país sin miedo a ser deportado, un permiso de trabajo, etc. Estos beneficios pueden transformar tu vida y la de tu familia.

Pero el proceso de asilo no es rápido. Puede durar meses, años incluso. Y durante ese tiempo, la vida no se detiene. Las cosas cambian.

Puede ocurrir que hayas metido el asilo y ya no te interese continuar con el proceso. En ese caso podrías preguntarte: ¿puedo abandonarlo o retirarlo?

Sí, puedes hacerlo. Tienes ese derecho. Pero hacerlo requiere entender bien el proceso y, sobre todo, las consecuencias que puede traer.

En este artículo vamos a hablar exactamente de eso: en qué situaciones puedes retirar tu solicitud, por qué alguien querría hacerlo, cómo se hace correctamente y qué consecuencias trae tomar esta decisión.

¿Por qué alguien querría retirar su solicitud de asilo?

Como decimos siempre, el asilo es difícil de ganar. Pero si lo logras, obtienes muchísimos beneficios.

¿Por qué, entonces, alguien que inició su caso querría abandonarlo?

Hay varias razones por las que una persona podría decidir abandonar su caso de asilo.

Una de las más comunes se da cuando la persona obtiene la residencia permanente (Green Card) por otro camino, como el matrimonio con un ciudadano estadounidense o a través de un familiar. Una vez que tienes la Green Card, ya no necesitas el asilo para quedarte en el país de forma legal.

Otra situación frecuente es cuando la persona decide regresar a su país de origen. Esto puede pasar porque las cosas mejoraron allá, porque la familia necesita tu presencia o simplemente porque cambiaste de opinión sobre quedarte en Estados Unidos. En estos casos, retirar la solicitud antes de irte es importante para evitar problemas futuros.

También hay quienes consiguen otro tipo de estatus legal en Estados Unidos, como una visa de trabajo H-1B, y prefieren seguir ese camino en lugar del asilo.

Y otros, después de esperar tanto tiempo, simplemente deciden que ya no quieren continuar con el proceso.

¿Cuándo puedes retirar tu solicitud?

La buena noticia es que tienes derecho a retirar tu solicitud de asilo en casi cualquier momento del proceso. Puedes hacerlo antes de tu entrevista, el mismo día de la entrevista, después de la entrevista o mientras esperas una decisión final. No hay un momento específico en el que se “cierre” esta opción.

Sin embargo, hay una diferencia importante que debes conocer.

Si tu caso está en la oficina de asilo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), puedes retirarlo sin mayores complicaciones.

Pero si tu caso ya pasó a la corte de inmigración, retirar la solicitud de asilo probablemente resulte en una orden de deportación, a menos que tengas alguna otra forma de quedarte legalmente en el país.

Situaciones en las que tiene sentido retirar la solicitud

No todas las situaciones son iguales, y lo que funciona para una persona puede ser terrible para otra. Pero hay algunos escenarios donde retirar la solicitud puede tener sentido.

Si ya saliste de Estados Unidos y no planeas volver, conviene retirar tu solicitud. Si te vas del país sin retirarla, el gobierno puede emitir una orden de deportación en tu ausencia. Esto haría muy difícil volver a ingresar legalmente a los Estados Unidos más adelante.

Si conseguiste la Green Card por matrimonio, empleo o cualquier otro motivo, también es buena idea retirar tu solicitud de asilo. Ya no la necesitas, y mantenerla abierta no tiene sentido.

Pero aquí viene algo muy importante: no retires tu solicitud de asilo hasta que tengas la Green Card física en tus manos.

Si tienes una Green Card puedes dar de baja tu solicitud de asilo

Mientras no la tengas, todavía hay posibilidad de que algo salga mal con ese proceso. Y si retiras el asilo demasiado pronto, podrías quedarte sin ninguna protección legal.

Si tienes un estatus legal válido en Estados Unidos, como una visa de trabajo o de estudiante, y prefieres mantener ese estatus en lugar de seguir con el asilo, puede ser razonable retirar la solicitud. Pero esto requiere pensarlo muy bien, porque estás renunciando a una posible protección a largo plazo.

Cómo se hace el retiro de la solicitud

El proceso para retirar una solicitud de asilo no es complicado, pero sí requiere hacerlo de forma correcta y oficial. No puedes simplemente dejar de ir a tus citas o ignorar tu caso. Tienes que notificar formalmente al gobierno que quieres retirar tu solicitud.

Lo primero que necesitas hacer es escribir una carta o declaración donde expliques que quieres retirar tu solicitud. Esta carta debe estar en inglés y debe incluir información específica: tu nombre completo tal como aparece en tu solicitud, tu número A (el número de identificación que te dio inmigración), la fecha y tu firma. También debes explicar por qué estás retirando la solicitud.

Para retirar tu asilo debes escribir una carta o declaración explicando tu decisión

Esta última parte es más importante de lo que parece. Si estás retirando tu solicitud porque planeas volver a tu país, es fundamental que expliques qué cambió para que ya no estés en peligro allá.

Si no lo haces, el gobierno podría pensar que nunca estuviste realmente en peligro y que tu solicitud fue falsa desde el principio. Eso podría cerrarte las puertas para siempre si quisieras volver a Estados Unidos.

Una vez que tengas tu carta lista, necesitas enviarla al lugar correcto. Si tu caso está en la oficina de asilo, puedes mandar la carta por correo o por email a la oficina que está manejando tu caso. El nombre y la dirección de esa oficina aparecen en el recibo que te dieron cuando presentaste tu solicitud. Muchas oficinas también tienen email y puedes encontrar esa información en el sitio web de USCIS.

Si tu caso ya está en la corte de inmigración, el proceso es un poco diferente. Puedes dar la carta en tu próxima audiencia, entregarla en la ventanilla de la corte o enviarla por correo. Pero además de enviarla a la corte, también tienes que mandar una copia al abogado del gobierno, que es la otra parte en tu caso.

Y muy importante: guarda siempre una copia para ti mismo de todo lo que envíes.

Qué pasa si tu caso está en corte de inmigración

Si tu caso ya llegó a la corte de inmigración, las cosas se complican un poco más. Retirar tu solicitud de asilo no va a detener así como así el proceso de deportación.

La corte todavía puede emitir una orden de deportación en tu contra. Si eso pasa, por lo general tienes que esperar al menos diez años antes de poder pedir volver legalmente a los Estados Unidos.

Para evitar esto, si todavía estás en el país, puedes pedir lo que se llama “salida voluntaria” en la corte. Esto es, básicamente, pedir permiso para irte por tu cuenta en lugar de ser deportado.

La diferencia es enorme: con salida voluntaria, no tienes una orden de deportación en tu historial, lo que hace mucho más fácil poder regresar algún día si las circunstancias cambian.

Si ya saliste de Estados Unidos, puedes pedirle a la corte que cierre tu caso junto con tu carta de retiro del asilo. En este caso, necesitas incluir pruebas de que ya te fuiste del país, como copias de tus boletos de avión o los sellos en tu pasaporte.

Los sellos en el pasaporte sirven para probar que te fuiste del país para abandonar tu asilo

Las consecuencias que debes conocer

Retirar tu solicitud de asilo no es algo que puedas deshacer fácilmente. Trae consecuencias importantes que debes entender antes de tomar la decisión.

La consecuencia más inmediata es que, una vez que retiras tu solicitud y el gobierno la acepta, ya no tienes permiso para quedarte en Estados Unidos basándote en esa solicitud.

Si no tienes otro estatus legal, tendrás que salir del país. Si te quedas sin permiso, estarás aquí ilegalmente, y eso puede arruinar tus chances de poder regularizar tu situación o volver en el futuro.

Otro problema es que retirar tu solicitud no borra el hecho de que la presentaste. El gobierno tiene registro de todo. Entonces, si después vuelves a tu país de origen o si haces algo que parece contradecir lo que dijiste en tu solicitud de asilo original, las autoridades de inmigración podrían cuestionarte.

Podrían pensar que mentiste en tu solicitud, y eso es muy serio. Una acusación de fraude migratorio puede impedirte conseguir cualquier visa o permiso en el futuro.

Por eso es tan importante que, si estás retirando tu solicitud para volver a tu país, expliques claramente qué cambió. Tal vez cayó el gobierno que te perseguía, tal vez murió la persona que te amenazaba o tal vez las leyes cambiaron y ya no estás en peligro. Sea lo que sea, ponlo por escrito.

También debes saber que los tiempos son impredecibles. No hay un plazo fijo para que procesen tu retiro. Algunas oficinas lo hacen en días, otras tardan semanas o meses. Puedes hacer seguimiento mandando emails o llamando, pero al final tienes que esperar a que el gobierno procese tu solicitud.

Y si incluiste a tu esposo, esposa o hijos en tu solicitud de asilo, cuando retiras tu caso, también se retira el de ellos. Esto es automático. Entonces, si tus dependientes también salieron del país o tienen su propio estatus legal, necesitas incluir pruebas de eso cuando envíes tu carta de retiro. Si no lo haces, podrían terminar en corte de inmigración enfrentando deportación.

Por qué es fundamental hablar con un abogado

Todo lo que acabamos de explicar son reglas generales, pero tu situación es única. Cada caso de asilo es diferente, cada persona tiene circunstancias distintas. Lo que es buena idea para alguien puede ser un desastre para otra persona.

Antes de abandonar tu caso de asilo es fundamental asesorarse con un abogado

Un abogado de inmigración puede revisar tu caso específico y decirte si retirar tu solicitud es la decisión correcta. Puede ayudarte a evaluar si tienes otras opciones que no habías considerado. Puede asegurarse de que tu carta de retiro esté bien escrita y que incluya toda la información necesaria para no meterte en problemas después. Y puede guiarte sobre el momento correcto para hacerlo, que puede ser la diferencia entre un retiro sin problemas y un desastre migratorio.

Muchas personas creen que pueden manejar esto solas porque “solo es una carta”, pero la realidad es que las consecuencias de hacerlo mal son enormes. Estamos hablando de tu futuro, de tu capacidad de volver a Estados Unidos, de tu historial migratorio. No es algo para tomar a la ligera.

Reflexión final

Retirar una solicitud de asilo es tu derecho, y hay situaciones donde es la decisión correcta.

Pero es un paso serio que puede afectar tu vida por muchos años. Antes de hacerlo, asegúrate de entender muy bien por qué lo estás haciendo, qué alternativas tienes y cuáles serán las consecuencias.

Otra cosa: no te apresures. Si conseguiste la Green Card, espera a tenerla en la mano antes de retirar el asilo. Si vas a volver a tu país, espera a estar allá antes de mandar tu carta. Y, sobre todo, busca ayuda legal para estar seguro de que estás tomando la mejor decisión para tu situación particular.

El sistema de inmigración estadounidense es complicado y los errores pueden costarte caro. Tómate el tiempo necesario para hacerlo bien. Si necesitas asesoramiento o tienes cualquier inquietud sobre tu caso, programa una consulta con nosotros aquí.

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