Muchas personas que viven en los Estados Unidos con Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) se preguntan si pueden aplicar también para asilo, o viceversa.
La respuesta corta es que sí, pero la decisión de hacerlo depende de varios factores que conviene entender bien antes de dar el paso.
- En este artículo te explicamos:
- Qué diferencias existen entre el asilo y el TPS
- Si puedes tener asilo y TPS al mismo tiempo
- Cuándo conviene aplicar para uno o para los dos
- Qué riesgos o ventajas puede tener combinar ambos procesos
- Qué pasos prácticos deberías seguir antes de tomar una decisión
¿Qué es el asilo?
El asilo es una forma de protección legal que se da a personas que han sufrido persecución en su país o que tienen miedo fundado de sufrirla si regresan.
Para que te den asilo, tienes que demostrar que el daño que sufriste o temes sufrir está dirigido contra ti por razones que la ley reconoce: tu raza, religión, nacionalidad, opinión política o porque perteneces a un grupo social particular.
A diferencia del TPS, el asilo exige que pruebes un riesgo personal e individualizado. No basta con decir que hay violencia general en tu país; tienes que mostrar que tú de forma específica estás en peligro por alguna de esas cinco causales.
Si te aprueban el asilo, puedes quedarte en Estados Unidos de forma permanente y después de un año puedes pedir la residencia permanente (Green Card). Eventualmente, también puedes solicitar la ciudadanía estadounidense.
¿Qué es el TPS?
El Estatus de Protección Temporal o TPS es una medida que el gobierno de Estados Unidos toma respecto de personas de ciertos países que atraviesan situaciones graves, como desastres naturales, conflictos armados o emergencias humanitarias.
Para calificar para TPS, tienes que ser nacional de uno de esos países designados y haber estado en Estados Unidos desde una fecha específica que el gobierno establece.
La gran diferencia con el asilo es que para el TPS no tienes que demostrar que vas a sufrir daño personal. Alcanza con mostrar que vienes de un país en crisis y que cumples con los requisitos de presencia física en Estados Unidos.
El TPS te protege contra la deportación mientras esté vigente y te permite trabajar legalmente, pero es temporal.
Hay que renovarlo cada cierto tiempo, y no lleva directamente a la residencia permanente ni a la ciudadanía.
Además, puede terminar si el gobierno decide que las condiciones en tu país mejoraron o simplemente si una nueva administración decide no renovarlo más.
Diferencias principales entre asilo y TPS
Aunque ambos protegen contra la deportación, funcionan de manera muy distinta.
El asilo es permanente y abre un camino claro hacia la residencia y la ciudadanía. El TPS, en cambio, es temporal y no garantiza un futuro a largo plazo en Estados Unidos.
El proceso para conseguir asilo es mucho más complejo y largo. Tienes que presentar evidencia detallada de tu persecución, declarar en una entrevista o audiencia y demostrar que el gobierno de tu país no puede o no quiere protegerte. Los casos de asilo pueden tardar años en resolverse.
El TPS, por otro lado, es más sencillo de obtener si cumples con los requisitos básicos, y las decisiones suelen llegar más rápido.
Otra diferencia importante es que el asilo generalmente tiene que pedirse dentro del primer año de haber llegado a Estados Unidos, aunque hay excepciones.
El TPS solo se puede pedir durante los periodos de registro que el gobierno anuncia para cada país designado.
Asilo o TPS: ¿Cuál me conviene más?
Esto depende mucho de tu situación personal.
Si eres de un país que tiene TPS designado y cumples con los requisitos, esa puede ser la opción más rápida para conseguir un permiso de trabajo y protección contra la deportación. Es más fácil de obtener y te da estabilidad inmediata.
Pero el TPS tiene sus límites. Como es temporal, siempre existe la incertidumbre de qué pasará cuando termine o cuando cambien las políticas del gobierno. Como ya te contamos en artículos anteriores, la administración de Trump intentó terminar el TPS para varios países que lo habían tenido por muchos años.
Si tienes un caso fuerte de asilo, esta opción puede darte algo que el TPS no ofrece: un camino real hacia la residencia permanente y la ciudadanía. Claro que ganar un caso de asilo no es fácil. Debes tener evidencia sólida de persecución individual, no solo de condiciones difíciles generales en tu país.
¿Puedo tener los dos al mismo tiempo?
Sí, puedes tener TPS y asilo a la vez, y también puedes aplicar para uno, aunque ya tengas el otro. No hay ninguna regla que te lo impida. De hecho, muchas personas que califican para TPS también tienen razones válidas para pedir asilo.
Si ya tienes TPS y decides aplicar para asilo, no pierdes tu TPS. Puedes mantenerlo mientras tu caso de asilo está pendiente. Esto te da una capa extra de protección: si tu caso de asilo no funciona, todavía tienes el TPS (mientras siga vigente).
Por otro lado, si ya aplicaste para asilo y ahora calificas para TPS, también puedes solicitarlo.
Si estás en proceso de corte de inmigración por tu caso de asilo, puedes pedirle al juez que pause o cierre tu caso mientras tengas TPS. O, si prefieres, puedes seguir adelante con tu caso de asilo para presentar tu evidencia mientras todo está fresco en tu memoria.
En cualquier caso, es fundamental consultar con un abogado especializado en inmigración, para entender bien las posibles consecuencias de cada decisión y elegir la estrategia que más te convenga según tu situación.
¿Qué pasa si aplico para asilo teniendo TPS?
Esta es una decisión que debes pensar bien, idealmente con ayuda de un abogado.
Si tienes TPS y no estás en proceso de deportación, puedes solicitar asilo afirmativo. En caso de que tu solicitud de asilo sea denegada, normalmente el gobierno no iniciará un proceso de deportación mientras tu TPS siga vigente. Sin embargo, si tu TPS vence o se revoca, sí podrían comenzar esos procedimientos.
Si ya estás en corte de inmigración, la situación es diferente. En ese caso, puedes presentar tu caso de asilo al juez o pedirle que pause el proceso mientras tengas TPS válido. Algunos jueces pueden cerrar o terminar tu caso si tienes TPS, pero otros pueden decidir tu solicitud de asilo de todas formas.
Es importante saber que si te niegan el asilo pero todavía tienes TPS, no pierdes tu TPS por esa negación. Pero una negativa de asilo puede complicar las cosas más adelante si tu TPS termina.
¿Puedo aplicar para asilo después si ahora solo pido TPS?
En general, tienes que pedir asilo dentro del primer año de llegar a Estados Unidos. Pero hay excepciones a esta regla, y una de ellas es para personas que han mantenido un estatus legal, como el TPS o el “parole”.
Si decides aplicar solo para TPS ahora, podrías aplicar para asilo más adelante cuando tu TPS termine, siempre que lo hagas rápido después de que se venza tu TPS.
Pero esto puede ser arriesgado porque las condiciones en tu país pueden cambiar con el tiempo, y tu caso de asilo podría debilitarse o fortalecerse, dependiendo de lo que pase.
Por eso, si crees que tienes un caso fuerte de asilo, puede ser mejor no esperar demasiado. Preparar un caso de asilo lleva tiempo, y es bueno empezar el proceso lo antes posible.
Aspectos prácticos que debes considerar
Si aplicas para ambos, recuerda que cada aplicación es separada, pero ambas van a ser revisadas por inmigración.
Por eso es crucial que la información que des en una sea consistente con la otra. Si trabajas con diferentes abogados o representantes para cada proceso, asegúrate de que todos tengan copias de tus aplicaciones anteriores.
Tanto el TPS como el asilo te permiten obtener permisos de trabajo, aunque con tiempos diferentes. Con TPS puedes aplicar para el permiso al mismo tiempo que solicitas el estatus. Con asilo, tienes que esperar entre 150 y 365 días desde que presentaste tu aplicación, dependiendo de tu situación.
¿Qué hago si tengo dudas?
Decidir entre TPS y asilo, o si aplicar para ambos, no es algo que debas hacer solo. Cada caso es único, y lo que funciona para una persona puede no ser lo mejor para otra. La fortaleza de tu caso de asilo, tu historial migratorio, si estás o no en proceso de deportación y tus planes a largo plazo son todos factores importantes.
Lo ideal es consultar con un abogado de inmigración que pueda revisar tu situación específica y aconsejarte bien.
Si decides aplicar para uno o ambos, hazlo dentro de los plazos establecidos y con toda la documentación necesaria. No dejes pasar las fechas límites de registro para TPS, y ten presente la regla del año para el asilo (aunque tenga excepciones).
Conclusión
En resumen: sí, puedes aplicar para asilo si tienes TPS, y también puedes pedir TPS si ya aplicaste para asilo. No son opciones excluyentes.
La decisión de pedir uno, el otro o ambos depende de tus circunstancias personales, la fortaleza de tu caso y tus objetivos a largo plazo en Estados Unidos.
El TPS puede darte protección y estabilidad más rápido, pero es temporal. El asilo es más difícil de conseguir, pero ofrece un futuro permanente. Muchas personas deciden aplicar para ambos como estrategia para maximizar sus opciones y protección.
Deja un comentario