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Opciones de inmigración para víctimas de delitos en Estados Unidos

Caminos hacia la Green Card para víctimas de delitos

Muchas personas que sufrieron delitos graves o abuso en Estados Unidos enfrentan un dilema doloroso.

Por un lado, necesitan reportar lo que les pasó y buscar ayuda; por el otro, temen que hacerlo pueda resultar en su deportación.

Esta preocupación es todavía más intensa cuando la víctima se encuentra en el país sin documentos o cuando su estatus migratorio depende de la misma persona que la está lastimando.

Afortunadamente, la ley estadounidense reconoce esta situación y ofrece protecciones para quienes sufrieron ciertos tipos de violencia o explotación.

Estas protecciones no son simples excepciones temporales: son caminos reales hacia la residencia permanente (Green Card) y, eventualmente, la ciudadanía.

Entender las diferencias entre estas opciones puede marcar la diferencia entre permanecer atrapado en una situación peligrosa y encontrar una salida segura.

En este artículo, te contamos qué tipos de protecciones existen para víctimas de delitos o abuso en Estados Unidos y cuáles son las diferencias clave entre ellas, para que puedas elegir la más adecuada.

La visa U: cuando eres víctima y testigo al mismo tiempo

La visa U surgió en el año 2000 con un doble objetivo: ayudar a las víctimas de delitos graves y, al mismo tiempo, dar herramientas a las autoridades para investigar y procesar estos crímenes.

Esta visa reconoce una realidad simple, pero poderosa: muchas víctimas de delitos tienen información valiosa que puede ayudar a que los responsables enfrenten la justicia, pero solo van a cooperar si saben que no arriesgan su permanencia en el país.

Lo que hace única a la visa U es precisamente ese elemento de colaboración con las autoridades. No basta con haber sido víctima: también hay que haber ayudado, estar ayudando o tener posibilidades de ayudar en la investigación o el proceso judicial del delito. Esta colaboración puede tomar muchas formas, desde dar un testimonio hasta identificar al agresor o aportar evidencia relevante.

La lista de delitos que califican para esta visa es extensa y abarca situaciones de violencia grave. Estamos hablando de delitos como violación, agresión sexual, violencia doméstica, secuestro, extorsión, prostitución forzada, trata de personas, asesinato, tortura y muchos otros.

Incluso si el delito específico no aparece en la lista oficial, puede calificar si sus elementos son muy similares a los delitos mencionados. También cuenta si hubo un intento de cometer el delito, aunque no se haya concretado.

Pero hay algo importante que distingue a la visa U de otras opciones: el sufrimiento que causó el delito tiene que haber sido sustancial. No se trata de cualquier perjuicio menor, sino de un abuso físico o mental considerable. La persona también debe tener información creíble y confiable sobre lo que pasó.

El proceso para obtener esta visa empieza con conseguir una certificación firmada por un oficial de una agencia del orden público, que puede ser un policía, un fiscal o un juez. Este documento confirma que la víctima efectivamente ayudó o va a ayudar en el caso. Sin esta certificación, no se puede avanzar. Luego se presenta el formulario correspondiente junto con evidencia que respalde cada requisito: denuncias policiales, registros médicos, testimonios de testigos.

Una limitación significativa de la visa U es que solo se emiten diez mil al año. Cuando se alcanza ese límite, las solicitudes aprobadas tienen que esperar hasta el siguiente año fiscal para recibir el estatus oficial. Esta demora puede extenderse por años, lo que llevó a que en 2021 se creara un proceso de evaluación preliminar. Si la solicitud parece auténtica a primera vista, la persona puede recibir un permiso de trabajo provisional y protección contra la deportación mientras espera la decisión final.

Con la visa U se obtiene estatus legal por cuatro años, permiso para trabajar, un número de Seguro Social, y después de tres años de presencia continua en Estados Unidos, la posibilidad de pedir la residencia permanente.

También se pueden incluir ciertos familiares en la petición, aunque esto depende de la edad del solicitante principal.

VAWA: escapar del control del abusador

La Ley de Violencia contra la Mujer, conocida como VAWA, contempla la situación de las personas que dependen de su abusador para obtener o mantener su estatus migratorio.

Tradicionalmente, los procesos de inmigración basados en lazos familiares requieren que el ciudadano o residente permanente presente la petición para su familiar extranjero. Esto crea una dinámica de poder peligrosa donde el abusador puede usar la amenaza de deportación como arma de control.

A diferencia de la visa U, que requiere cooperación con las autoridades, VAWA permite que la víctima presente su propia petición de manera totalmente independiente. El abusador no va a recibir ninguna notificación de que se presentó la solicitud. No se necesita su conocimiento, su consentimiento ni su participación. Esta es quizás la característica más liberadora de VAWA: rompe la cadena de dependencia.

VAWA aplica cuando el abusador es un cónyuge o excónyuge que es ciudadano estadounidense o residente permanente, un padre o madre con ese mismo estatus (si la víctima es menor de 21 años y soltera) o un hijo o hija ciudadano estadounidense adulto. También se puede presentar una petición si el hijo de la víctima sufrió el abuso, aunque la madre o el padre no lo hayan sufrido directamente.

Para calificar, hay que haber sido víctima de “abuso” y “crueldad extrema”. Bajo VAWA, estos conceptos son bien amplios.

Incluyen a la violencia física (como golpes o agresiones sexuales). Pero abarcan también patrones de comportamiento diseñados para ejercer control: amenazas de deportación, amenazas de quitar a los hijos, aislamiento social, humillación constante, control económico total, degradación verbal sistemática. La ley reconoce que el abuso psicológico puede ser tan dañino como el físico.

Para probar que hubo abuso o crueldad extrema, se puede usar distintos tipos de evidencia: órdenes de protección, fotografías de lesiones, registros médicos o judiciales, informes policiales, evaluaciones psicológicas, documentación de refugios para víctimas de violencia doméstica.

Pero quizás lo más importante es la declaración personal de la víctima, donde detalla con la mayor precisión posible los incidentes específicos que vivió. VAWA tiene un estándar de prueba más accesible que otras opciones: alcanza con presentar “cualquier evidencia creíble”.

A diferencia de la visa U, no se requiere un certificado de ninguna agencia del orden público, y tampoco hace falta haber presentado un reporte policial. Esto es crucial, porque muchas víctimas de violencia doméstica tienen miedo de involucrar a la policía, sobre todo si su abusador las convenció de que hacerlo resultará en su deportación.

Otros requisitos incluyen haber residido con el abusador en algún momento (aunque no es necesario estar viviendo juntos al momento de presentar la petición), demostrar buen carácter moral y, en el caso de cónyuges, probar que el matrimonio fue genuino desde el inicio, no un fraude migratorio.

El proceso comienza con el formulario I-360, y si se aprueba, luego se puede pedir el ajuste de estatus a residente permanente. Con VAWA también se puede obtener permiso de trabajo, protección contra la deportación y acceso a ciertos beneficios públicos.

Con VAWA se puede obtener permiso de trabajo (EAD)

La visa T: salir de las sombras de la trata de personas

La trata de personas es uno de los delitos más graves y ocultos que existen. Involucra el uso de fuerza, fraude o coacción para explotar a alguien, ya sea para trabajo forzado o para actos sexuales comerciales.

Las víctimas muchas veces no se dan cuenta de que lo que les está pasando tiene un nombre legal y que existen protecciones para ellas.

La visa T fue creada precisamente para sacar a estas personas de las sombras y darles una oportunidad de recuperar sus vidas.

Lo que distingue a la visa T de la visa U es el tipo de delito que cubre.

Mientras que la visa U abarca una lista amplia de crímenes violentos, la visa T se enfoca específicamente en la trata de personas.

Esta puede tomar dos formas:

  • la trata laboral, donde alguien es explotado para realizar trabajos o servicios mediante fuerza, fraude o coacción, y
  • la trata sexual, donde se explota a la persona para actos sexuales comerciales.

Un aspecto importante es que cualquier menor de 18 años que es inducido al sexo comercial se considera automáticamente víctima de trata sexual, sin necesidad de probar que hubo fuerza, fraude o coacción.

Al igual que la visa U, la visa T requiere colaborar con las autoridades. La víctima debe cumplir con las peticiones razonables de ayuda de las agencias del orden público para detectar, investigar o procesar el delito.

Sin embargo, hay excepciones importantes: los menores de 18 años no tienen que cumplir con este requisito ni tampoco deben hacerlo quienes no puedan cooperar debido al trauma físico o psicológico que sufrieron.

Para la visa U y la visa T hay que colaborar con las autoridades

Otro elemento que hace particular a la visa T es el requisito de presencia física en Estados Unidos debido a la trata. La persona debe estar en el país precisamente porque fue traída o retenida aquí como consecuencia de la explotación.

Además, debe demostrar que enfrentaría dificultades extremas si fuera removida del país, un estándar que implica un daño personal extraordinario y severo, como persecución o ser victimizada de nuevo.

El proceso para obtener la visa T se inicia con el formulario I-914, acompañado de una declaración personal donde se explica la situación de trata, evidencia de que se cumplió con los pedidos de ayuda de las autoridades (cuando aplica), y documentación de elegibilidad.

A diferencia de la visa U, donde la certificación policial es obligatoria, en la visa T se puede usar el Suplemento B del formulario (firmado por un oficial), pero también se aceptan otras formas de evidencia como documentos judiciales, informes policiales o artículos periodísticos.

Con la visa T se obtiene estatus legal por cuatro años, autorización para trabajar, acceso a ciertos programas de asistencia pública, como Medicaid, y la posibilidad de solicitar la residencia permanente bajo ciertas condiciones.

También se pueden incluir familiares en la petición. Las reglas para esto varían según si la víctima principal es menor o mayor de 21 años y si los familiares enfrentan riesgo de represalias.

Diferencias clave entre las tres opciones

Aunque las tres vías comparten el objetivo común de proteger a víctimas de delitos o abuso, están diseñadas para situaciones distintas y tienen requisitos que las separan.

La visa U es la más amplia en términos de los delitos que cubre, pero también la más específica en cuanto al nivel de colaboración que requiere con las autoridades. Es ideal para quien fue víctima de un delito grave, sufrió daño sustancial y está dispuesto y es capaz de ayudar en la investigación o el proceso. El elemento de la certificación policial es indispensable y no se puede eludir.

VAWA, por otro lado, está diseñada específicamente para situaciones de abuso dentro de relaciones familiares donde existe una dinámica de poder migratoria. Su gran ventaja es la independencia total del abusador y el hecho de que no se requiere involucrar a la policía ni obtener ninguna certificación de autoridades. Es la opción más privada y la que mejor respeta la autonomía de la víctima. Sin embargo, solo aplica cuando el abusador tiene una relación familiar específica con la víctima y es ciudadano o residente permanente.

La visa T es la más especializada de las tres. Se enfoca solamente en víctimas de trata de personas. A diferencia de la visa U, ofrece más flexibilidad en cuanto a la colaboración con autoridades (especialmente para menores y personas traumatizadas) y no requiere la certificación policial. Pero su alcance es más limitado: solo cubre situaciones de explotación laboral o sexual mediante fuerza, fraude o coacción.

En términos de tiempos de procesamiento, la visa U enfrenta retrasos significativos debido al límite anual de diez mil visas, lo que puede resultar en esperas de varios años. VAWA y la visa T no tienen ese límite numérico, aunque los tiempos de procesamiento pueden variar según el volumen de solicitudes que esté manejando el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en cada momento.

Las tres opciones ofrecen un camino hacia la residencia permanente, pero los requisitos y los tiempos varían:

  • Con la visa U, se puede pedir la Green Card después de tres años de presencia continua en Estados Unidos con el estatus.
  • Con VAWA, una vez aprobado el formulario I-360, se puede proceder directamente a solicitar el ajuste de estatus si se cumplen los requisitos.
  • Con la visa T, también existe la posibilidad de ajustar el estatus bajo ciertas condiciones después de mantener el estatus T.
Víctimas de delitos en Estados Unidos tienen caminos para llegar a la Green Card

La importancia de buscar ayuda especializada

Estas protecciones existen porque el Congreso de Estados Unidos reconoció que las víctimas de ciertos delitos y abusos no deberían enfrentar la disyuntiva imposible entre su seguridad y su estatus migratorio.

Las tres opciones representan el reconocimiento de que la justicia requiere que las víctimas puedan denunciar sin miedo y que nadie debería quedar atrapado en una situación de abuso por temor a la deportación.

Sin embargo, atravesar estos procesos puede ser complejo. Cada caso es único y requiere reunir evidencia específica, presentar formularios de forma correcta y cumplir con requisitos que no siempre son evidentes.

Un abogado de inmigración con experiencia en estos tipos de casos puede evaluar la situación particular de cada persona, determinar cuál es la mejor opción (o si califica para más de una), ayudar a recopilar la evidencia necesaria y guiar todo el proceso para maximizar las posibilidades de éxito. Si has sido víctima de un delito grave, si estás sufriendo abuso de parte de un familiar ciudadano o residente permanente o si has sido explotada mediante trata de personas, es importante que sepas que existen estos caminos.

No estás solo, y tu situación migratoria no debería ser una barrera para buscar ayuda y seguridad. Si quieres iniciar tu caso o necesitas asesoramiento, programa una consulta con nosotros haciendo clic aquí.

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