Cuando alguien entra en un proceso de asilo en Estados Unidos, cada detalle cuenta.
A veces no es el fondo del caso lo que arruina todo, sino errores evitables que abren la puerta a una deportación.
En este artículo te explicamos los 10 errores más frecuentes y cómo proteger tu caso de asilo.
Empecemos.
- Mentir en tu caso
Algunas personas creen que exagerar o inventar detalles fortalece su historia. Pero en inmigración pasa lo contrario.
Si un juez, un oficial o un fiscal detecta una mentira, no solo se pierde el caso. También pueden marcarte de por vida por fraude, lo que te impediría arreglar papeles en el futuro.
- Presentar documentos falsos
Entregar denuncias inventadas, certificados falsos o papeles alterados es una vía directa a la deportación.
Inmigración revisa todo con lupa y cada vez tiene más acceso a tecnología, bases de datos internacionales y análisis automatizados. Aunque hoy no te descubran, pueden hacerlo mañana.
- No presentarte a tu audiencia en la corte
Si tienes audiencia y no asistes, el juez puede ordenar tu deportación en ausencia, sin analizar tu caso.
Existen excepciones, como notificaciones mal enviadas, pero la mayoría no califica. No faltar es importantísimo.
- No actualizar tu dirección
Cuando te mudas, tienes la obligación legal de avisar a la corte de inmigración y al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
Puede parecer un detalle menor. Pero piensa lo siguiente: si las notificaciones siguen llegando a tu antigua dirección, podrías no enterarte de una audiencia. Y si no te presentas, puedes recibir una orden de deportación en ausencia.
Un descuido simple puede costar carísimo.
- Pedir el asilo después del primer año
La ley exige que, en la mayoría de los casos, el asilo se solicite dentro del primer año de haber entrado al país.
Si lo haces después, tu caso puede ser rechazado. Hay excepciones legales, pero son limitadas y no aplican a todo el mundo.
Si quieres leer más sobre el plazo del año para pedir asilo, te sugerimos el artículo “¿Qué pasa si no meto el asilo antes del año?“.
- Pedir asilo por inseguridad general o razones económicas
La violencia generalizada o la crisis económica en un país son reales y graves, pero no califican para el asilo bajo la ley estadounidense.
El asilo solo aplica si la persecución se debe a tu opinión política, religión, raza, nacionalidad o un grupo social particular.
Para saber más sobre los motivos que te permiten calificar para el asilo en Estados Unidos, te recomendamos el artículo “Asilo: ¿calificas con alguna de estas 5 causales?“.
- Tener contradicciones en tu historia
No siempre se trata de mentir.
A veces los errores están en detalles que no coinciden entre tu formulario I-589, tu entrevista, lo que dijiste en la frontera o lo que cuenta un testigo.
Si las versiones cambian, el juez puede concluir que no eres creíble y negar tu caso.
- Volver a tu país después de pedir (o ganar) el asilo
Si pides asilo porque tienes miedo de regresar, pero luego vuelves, tu caso debilita.
Incluso después de obtener la residencia permanente (Green Card) o la ciudadanía, un regreso a tu país de origen puede abrir la puerta a investigaciones y pérdida de beneficios si sospechan que mentiste.
Para entender mejor qué pasa con el asilo y los viajes, tenemos dos artículos que te pueden interesar:
- Mi caso de asilo está en proceso: ¿puedo salir del país?
- Gané mi caso de asilo: ¿ahora sí puedo salir del país?
- Tener antecedentes criminales graves
Ciertos delitos, cometidos en Estados Unidos o en cualquier parte del mundo, pueden bloquear por completo la posibilidad de obtener asilo.
En algunos casos extremos, una persona puede calificar para protección contra la tortura, pero no para el asilo. Y esta protección suele implicar estar detenido y no recibir beneficios migratorios.
- Confiar en un notario o paralegal sin supervisión legal
Muchos inician su caso con personas que no son abogados y que no están autorizadas para dar consejo legal.
En Estados Unidos solo un abogado con licencia puede ayudarte legalmente. Formularios mal llenados, información incorrecta o consejos erróneos pueden destruir un caso que era válido.
Para entender mejor la diferencia entre notarios y abogados en Estados Unidos, puede interesarte leer “Notario público vs. “notary public”: diferencias que todo inmigrante debe conocer“.
Conclusión
La mayoría de estas deportaciones son evitables.
Muchas veces las personas tienen un caso sólido, pero cometen errores que la ley no perdona. En inmigración se presume que conoces la ley, por lo que no sirve decir “yo no sabía”.
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