Cuando una familia toma la difícil decisión de llevar a un ser querido a un asilo de ancianos, lo hace con la esperanza de que recibirá el cuidado y la atención que merece.
Desafortunadamente, el maltrato y la negligencia en estos centros es un problema más común de lo que muchos creen, y afecta a miles de personas mayores cada año en Estados Unidos.
En este artículo te contamos:
- Qué es el abuso y la negligencia en asilos de ancianos y cuáles son sus formas más comunes.
- Cuáles son las señales de alerta que pueden indicar maltrato.
- Por qué ocurre la negligencia en estos centros y qué consecuencias puede tener.
- Qué derechos legales tienen los residentes y sus familias.
- Qué hacer y a quién acudir si sospechas abuso o descuido.
Qué es el abuso en asilos de ancianos
El maltrato a personas mayores en instituciones de cuidado puede tomar muchas formas. No siempre se trata de violencia física visible. Puede haber distintos tipos de acciones u omisiones que causen daño a un residente, de forma intencional o solo por descuido.
Las formas más comunes de abuso incluyen:
- golpes o uso excesivo de fuerza;
- insultos o amenazas que causan miedo y angustia;
- robo o mal uso del dinero del residente;
- contacto sexual no deseado, y
- falta de atención a necesidades básicas (como alimentación, higiene o medicamentos).
La negligencia: el problema más frecuente
La negligencia es la forma más común de maltrato en asilos.
A diferencia del maltrato intencional, donde alguien causa daño a propósito, la negligencia sucede cuando se ignoran o no se cumplen las responsabilidades de cuidado.
Puede ser que un empleado esté demasiado ocupado, mal entrenado, o que el centro no tenga suficientes trabajadores. Aunque no sea intencional, el resultado sigue siendo peligroso para el residente.
Muchas veces la negligencia pasa desapercibida porque no deja marcas visibles como lo haría un golpe. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser igual de graves o incluso mortales.
Problemas graves causados por la negligencia
Las úlceras por presión, también conocidas como escaras, son una de las consecuencias más comunes de la negligencia. Aparecen cuando una persona permanece en la misma posición por mucho tiempo sin que nadie la mueva. Pueden ser muy dolorosas y causar infecciones graves.
Las caídas son otra preocupación importante. Cuando no hay suficiente supervisión, cuando los pisos están mojados o hay objetos en el camino, o cuando los residentes no reciben la ayuda que necesitan para moverse, el riesgo de caídas aumenta. Las caídas pueden causar fracturas de cadera, lesiones en la cabeza y otros problemas serios.
La desnutrición y deshidratación también son muy comunes. Muchos adultos mayores necesitan ayuda para comer y beber. Si el personal no está atento o está demasiado ocupado, los residentes pueden no recibir suficiente comida o líquidos, lo cual puede llevar muy rápido a problemas de salud graves.
Señales de alerta que debes conocer
Es importante que las familias sepan reconocer las señales de que algo no está bien. Algunos signos físicos incluyen moretones o heridas sin explicación clara, pérdida de peso repentina, llagas por presión en la piel, ropa o cuerpo sucio, deshidratación o desnutrición e infecciones sin tratar.
Los cambios emocionales también son importantes. Un adulto mayor que sufre maltrato puede volverse callado, triste, ansioso o temeroso. Puede mostrar miedo hacia ciertos empleados, dejar de participar en actividades que antes disfrutaba o mostrar confusión repentina.
Presta atención también al ambiente. Si el asilo se ve descuidado, si hay mal olor, si faltan medicamentos o si el personal parece abrumado o desinteresado, estas son señales de advertencia que no hay que ignorar.
Por qué ocurre el maltrato
Varios factores contribuyen a que el abuso sea tan común en estos centros. Muchos asilos funcionan con menos personal del necesario, lo que significa que no hay suficientes empleados para atender bien a todos los residentes.
El personal a menudo no recibe la capacitación adecuada para manejar situaciones difíciles o cuidar a personas con demencia o problemas de movilidad.
Además, algunos centros no hacen verificaciones de antecedentes apropiadas al contratar. Esto resulta en que personas con historial problemático trabajen con adultos vulnerables.
El estrés, el cansancio extremo y los bajos salarios también pueden llevar a que los cuidadores cometan errores o descuiden sus responsabilidades.
Tus derechos legales
Las leyes federales y estatales protegen a los residentes de asilos.
Tienen derecho a recibir cuidado de calidad, a vivir libres de abuso y negligencia, a ser tratados con dignidad y respeto, a presentar quejas sin miedo a represalias, y a manejar su propio dinero a menos que legalmente se haya designado a otra persona.
Si no se respetan estos derechos, las familias pueden tomar acción legal contra el centro responsable.
Qué hacer si sospechas maltrato en un hogar de ancianos
Si crees que tu ser querido está siendo maltratado, actúa de inmediato.
Primero, asegúrate de que reciba atención médica si la necesita.
Luego, documenta todo lo que veas: toma fotos de lesiones, guarda registros médicos, anota fechas y conversaciones.
Además, es recomendable reportar el problema al administrador del asilo. Si no obtienes respuesta o la situación no mejora, contacta a las autoridades estatales que supervisan estos centros. También puedes llamar a servicios de protección de adultos mayores o a la policía si hay peligro inmediato.
Considera también consultar con un abogado. Un abogado puede investigar lo que pasó, reunir evidencia y ayudarte a presentar una demanda si es necesario.
Compensación disponible para víctimas de abuso en geriátricos
Las víctimas de maltrato en asilos y sus familias pueden tener derecho a compensación por gastos médicos y tratamientos, dolor y sufrimiento, angustia emocional, costos de mudarse a otro centro y gastos funerarios si la persona falleció debido al maltrato.
En casos de negligencia grave o intencional, también pueden otorgarse daños punitivos para castigar al centro y evitar que vuelva a ocurrir.
Prevención y vigilancia
La mejor protección es mantenerse involucrado. Visita a tu ser querido regularmente y a diferentes horas del día. Habla con él sobre cómo se siente y si tiene alguna preocupación. Conoce al personal y observa cómo tratan a los residentes.
Pregunta sobre los protocolos de seguridad del centro, las proporciones de personal por residente y cómo manejan las quejas.
Un buen asilo debe ser transparente y estar dispuesto a responder tus preguntas.
Importancia de actuar rápido
Existen límites de tiempo legales para presentar demandas, conocidos como “plazos de prescripción” (“statute of limitations”).
Estos plazos varían según el estado, pero generalmente son de uno a tres años desde que ocurrió el abuso o desde que fue descubierto.
Por eso es importante actuar rápidamente si sospechas maltrato. Además, actuar pronto puede evitar que el abuso continúe y proteger a otros residentes.
El proceso legal
Un abogado especializado puede ayudarte en cada paso. Primero evaluará tu caso y determinará si hay base legal para una demanda. Luego investigará a fondo, recopilando evidencia como registros médicos, fotos, testimonios de testigos y reportes de inspecciones del centro.
Muchos casos se resuelven mediante un acuerdo fuera de la corte, donde el asilo acepta pagar compensación sin ir a juicio. Si no se llega a un acuerdo justo, el caso puede ir a juicio donde un juez o jurado decidirá el resultado.
Un mensaje para las familias inmigrantes
Para las familias inmigrantes, puede haber barreras adicionales para reportar el maltrato. Puede haber miedo a las autoridades, dificultades con el idioma o desconocimiento de los derechos legales en este país.
Es importante saber que todos los residentes de asilos tienen los mismos derechos sin importar su estatus migratorio o el de sus familiares.
El maltrato de ancianos es un problema serio que no debe ignorarse. Si algo no se siente bien, confía en tu instinto. Tu vigilancia y acción pueden salvar la vida de tu ser querido y ayudar a crear centros más seguros para todos.

Leave a Reply