Pasar por el control migratorio en un puerto de entrada de Estados Unidos puede generar nervios a cualquiera.
Aunque lleves todos tus documentos en regla, es común que se te cruce por la cabeza la posibilidad de que te hagan más preguntas de lo normal o que te manden al famoso “cuartito” para una segunda inspección.
Pero que esto ocurra no significa necesariamente que estés en problemas.
En este artículo te explicamos qué es exactamente la segunda inspección, por qué pueden enviarte allí, qué derechos tienes y cómo manejar la situación con calma y seguridad.
¿Qué es CBP?
CBP es la sigla de Customs and Border Protection (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza). Es una de las agencias más grandes del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, con más de 60.000 empleados trabajando todos los días para proteger las fronteras del país.
La misión principal de CBP se divide en tres partes:
- Vigilan más de 8.000 millas de fronteras terrestres y marítimas con México, Canadá y las costas.
- Revisan miles de contenedores y envíos que entran al país cada día.
- Inspeccionan a más de un millón de personas que cruzan las fronteras estadounidenses diariamente. En los puertos de entrada, los oficiales de CBP son quienes revisan tu pasaporte, visa y documentos, te hacen preguntas sobre tu viaje y deciden si puedes entrar al país o no.
¿Qué es un puerto de entrada?
Un puerto de entrada es cualquier lugar oficial donde puedes entrar legalmente a Estados Unidos. Hay 329 puertos de entrada en todo el país, y los hay de tres tipos principales.
Los aeropuertos internacionales son el puerto de entrada más común para la mayoría de los viajeros. Cuando aterrizas en Estados Unidos desde otro país, pasas por un puerto de entrada aéreo. Aquí es donde encuentras las filas de inmigración apenas bajas del avión.
Los cruces fronterizos terrestres son para quienes cruzan desde México o Canadá en auto o caminando. Estos son los lugares con las casetas donde te detienes para mostrar tus documentos. Si alguna vez cruzaste por Tijuana, Ciudad Juárez o cualquier otra ciudad fronteriza, usaste un puerto de entrada terrestre.
Los puertos marítimos son para quienes llegan en barco o crucero desde otro país. Aunque son menos frecuentes para la mayoría de los viajeros, también son puntos oficiales de entrada controlados por CBP.
La diferencia entre un puerto de entrada y otros lugares de la frontera es simple: los puertos son los puntos oficiales y legales para entrar al país.
Intentar cruzar por cualquier otro lugar se considera entrada ilegal.
En los puertos de entrada es donde trabajan los oficiales de CBP que inspeccionan a todos los viajeros, sin importar su nacionalidad.
¿Qué es la primera inspección?
La primera inspección es tu encuentro inicial con el oficial de CBP.
Este proceso es relativamente rápido y directo para la mayoría de las personas. Cuando llegas a la ventanilla o caseta de inspección, presentas tu pasaporte y documentos de viaje al oficial.
El oficial verifica tu identidad comparando tu cara con la foto de tu pasaporte. Si no eres ciudadano estadounidense, te toman una foto y huellas digitales. Esta información biométrica se guarda en el sistema y se usa para confirmar tu identidad cada vez que entras al país.
Durante la primera inspección, el oficial te hace preguntas básicas sobre tu viaje. Las más comunes son:
- ¿Cuál es el propósito de tu visita?
- ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?
- ¿Dónde te vas a hospedar?
- ¿A qué te dedicas?
- ¿Cuánto dinero traes?
- ¿Traes algo que declarar?
Estas preguntas ayudan al oficial a confirmar que tu viaje coincide con el tipo de visa o permiso que tienes.
Para la gran mayoría de los viajeros, este proceso toma solo unos minutos. El oficial revisa tu información en el sistema, confirma que todo está en orden, te da permiso para entrar y sigues tu camino. Es un proceso rutinario que se repite millones de veces cada día en los puertos de entrada de todo el país.
¿Por qué te pueden llevar a la segunda inspección?
La segunda inspección es una revisión más profunda que se hace en un área separada. Hay muchas razones por las que te pueden mandar ahí, y es importante entender que no todas indican un problema serio.
Entre las razones más comunes que no necesariamente son problemáticas está la selección al azar.
CBP realiza inspecciones aleatorias para revisar que el sistema funcione bien, así que a veces te toca simplemente por casualidad. Tu información en el sistema puede estar desactualizada o necesitar verificación, sobre todo si hace mucho que no viajas.
Si falta algún documento o hay algo que no está claro en tus papeles, el oficial necesita más tiempo para resolverlo. Tu pasaporte o visa puede estar por vencer, lo cual requiere una revisión adicional.
A veces el oficial simplemente no puede verificar tu información lo suficientemente rápido en el sistema durante la primera inspección o hay muchas personas esperando y te pasan a otra área para mantener el flujo.
Sin embargo, también hay razones que pueden indicar un problema más serio, por ejemplo:
- Discrepancias entre lo que dices y lo que muestra el sistema
- Sospechas de que planeas trabajar sin permiso
- Historial de violaciones migratorias anteriores
- Tu nombre coincide con alguien en una lista de seguridad
- Tienes antecedentes penales
- Respuestas contradictorias o comportamiento nervioso extremo
Lo que muchas personas no saben es que todos pueden ser enviados a segunda inspección.
No importa si eres ciudadano estadounidense, residente permanente, turista, estudiante, trabajador temporal, o si viajas con ESTA o cualquier tipo de visa.
Nadie está exento de esta posibilidad, aunque es más común para ciertos perfiles de viajeros.
¿Qué pasa durante la segunda inspección?
La segunda inspección puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Esto depende de la complejidad de tu caso y de cuántas personas estén siendo inspeccionadas al mismo tiempo.
Es importante que te prepares mentalmente para una espera, aunque muchas veces el proceso es más rápido de lo que imaginas.
Durante este tiempo, los oficiales pueden hacerte preguntas mucho más detalladas sobre tu viaje, tu trabajo, tu historial migratorio y tus planes en Estados Unidos.
No te sorprendas si te preguntan sobre tu situación económica, con quién vives, qué haces exactamente en tu trabajo, o incluso sobre relaciones personales si son relevantes para tu caso.
Los oficiales tienen autoridad para revisar minuciosamente todos tus documentos. Esto incluye no solo tu pasaporte y visa, sino también cualquier papel que traigas contigo: cartas de invitación, reservas de hotel, boletos de avión, estados de cuenta bancarios, cartas de trabajo, documentos escolares o cualquier otra cosa que pueda ser relevante para verificar tu situación.
También pueden buscar en tus maletas y pertenencias personales. Esta revisión puede ser exhaustiva, y los oficiales están entrenados para detectar artículos prohibidos, grandes cantidades de dinero sin declarar o cualquier cosa que indique que tus intenciones no coinciden con lo que declaraste.
Uno de los aspectos más polémicos de la segunda inspección es la revisión de dispositivos electrónicos. Los oficiales de CBP tienen autoridad legal para revisar tu teléfono móvil, computadora, tableta, cámara fotográfica o cualquier otro aparato electrónico sin necesidad de una orden judicial. Esta autoridad existe específicamente en la frontera y es diferente a lo que pueden hacer las autoridades dentro del país.
Cuando revisan tus dispositivos, pueden ver tus mensajes de texto, correos electrónicos, fotos, videos, historial de navegación y aplicaciones de redes sociales. Están buscando evidencia de que planeas trabajar ilegalmente, quedarte más tiempo del permitido o cualquier actividad criminal. También buscan amenazas a la seguridad nacional, pornografía infantil, o evidencia de tráfico de drogas o personas.
Además de revisar tus pertenencias, los oficiales pueden verificar información con tu escuela, empleador o patrocinador. Si eres estudiante, pueden llamar a tu universidad para confirmar que estás inscrito. Si vienes a trabajar, pueden contactar a tu empleador para verificar los detalles de tu oferta de trabajo. Esta verificación adicional es común cuando hay alguna duda sobre la legitimidad de tus documentos o de tu situación.
Durante todo este proceso, los oficiales están consultando múltiples bases de datos del gobierno. Además de los sistemas básicos que revisaron en la primera inspección, en segunda inspección tienen acceso a bases de datos más especializadas sobre antecedentes criminales, historial migratorio detallado, listas de vigilancia de seguridad y registros de otras agencias del gobierno.
Finalmente, pueden pedirte comprobantes adicionales que no hayas mostrado en la primera inspección: prueba de fondos económicos suficientes para tu estadía, cartas de invitación de personas o empresas en Estados Unidos, confirmaciones de reservas de hotel, boletos de regreso a tu país o cualquier otro documento que ayude a comprobar que tus intenciones son legítimas y que planeas regresar a tu país cuando termine tu visita.
¿Qué derechos tienes?
Tus derechos durante la segunda inspección dependen principalmente de tu estatus migratorio. Es fundamental que entiendas estas diferencias porque pueden afectar cómo manejas la situación.
– Si eres ciudadano estadounidense
En este caso, no te pueden negar la entrada a Estados Unidos bajo ninguna circunstancia. Este es un derecho constitucional absoluto. Solo debes responder preguntas sobre tu identidad y ciudadanía.
Puedes negarte a responder otras preguntas sobre tu viaje o tus actividades, aunque esto podría causar demoras considerables.
También puedes negarte a dar contraseñas de tus dispositivos, pero los oficiales pueden confiscarlos temporalmente para una revisión más profunda.
Lo importante es que, al final, como ciudadano siempre te van a dejar entrar, aunque el proceso sea más largo e incómodo.
– Si eres residente permanente (Green Card)
Si tienes Green Card, tus derechos son similares, pero con algunas limitaciones importantes.
No te pueden negar la entrada a menos que hayas estado fuera del país más de 180 días consecutivos o hayas cometido delitos graves después de salir de Estados Unidos.
Debes responder preguntas sobre tu identidad y tu residencia permanente, y también preguntas relacionadas con las aduanas. Negarte a responder otras preguntas puede causar demoras largas, pero no te pueden quitar tu residencia permanente sin un juicio ante un juez de inmigración.
Aquí viene un punto crítico: nunca, bajo ninguna circunstancia, firmes el formulario I-407 sin hablar primero con un abogado. Este formulario es un “abandono voluntario” de tu residencia permanente. Los oficiales a veces presionan a los residentes para que lo firmen diciendo que “hará las cosas más fáciles”, pero una vez que lo firmas, pierdes tu Green card inmediatamente y es casi imposible recuperarla.
– Si tienes visa o ESTA
Si te encuentras en esta situación, tus derechos son más limitados. Debes responder todas las preguntas de manera honesta y completa. Negarte a cooperar seguramente resulte en que te nieguen la entrada al país. No tienes derecho automático a tener un abogado presente durante la inspección. Puedes pedirle al oficial que te permita contactar a tu abogado por teléfono, pero no están obligados a permitirlo. En la práctica, muchas veces te dejan hacer una llamada si el proceso se está alargando mucho, pero esto queda a discreción del oficial.
Más allá de tu estatus migratorio, hay derechos que todos tienen durante la segunda inspección. Tienes derecho a ser tratado con respeto y dignidad en todo momento. Los oficiales de CBP están entrenados para ser profesionales, y si sientes que te están tratando mal, tienes derecho a pedir hablar con un supervisor. Anota el nombre y número de placa del oficial si esto sucede.
Si no hablas inglés bien o no te sientes cómodo comunicándote en inglés, tienes derecho a un intérprete. CBP debe proporcionarte uno, aunque a veces puede haber demoras mientras consiguen a alguien que hable tu idioma.
Si eres extranjero, tienes derecho a contactar tu consulado y a que te asistan. El personal consular puede ayudarte a entender el proceso, contactar a tu familia, o conseguir un abogado si lo necesitas.
Durante detenciones largas, tienes derecho a comida, agua y acceso al baño. Si tienes alguna condición médica que requiere medicamentos, debes informar a los oficiales cuanto antes. También debes decirles si tienes alguna necesidad especial, como diabetes, que requiere comidas regulares o cualquier otra condición que necesite atención.
En cuanto al derecho a guardar silencio, esto es complicado. Técnicamente tienes el derecho constitucional de no incriminarte, pero ejercer este derecho en la frontera tiene consecuencias prácticas. Si eres ciudadano, puedes guardar silencio y eventualmente te dejarán entrar. Si eres residente permanente, puedes hacerlo, pero puede resultar en una detención prolongada. Si tienes visa o ESTA, guardar silencio casi garantiza que te nieguen la entrada.
Por último, hay cosas que no debes hacer nunca:
- No mientas bajo ninguna circunstancia. Dar información falsa a un oficial federal es un delito grave que puede resultar en prohibición permanente de entrada a Estados Unidos, e incluso en cargos criminales.
- No firmes documentos que no entiendas. Si te dan algo para firmar y está en inglés y no entiendes bien el idioma, pide un intérprete o pide tiempo para leerlo cuidadosamente.
- No renuncies a tu visa o residencia bajo presión. Los oficiales a veces usan tácticas de intimidación para que la gente firme documentos de renuncia voluntaria, pero una vez firmados, es casi imposible revertir la situación.
Consejos para evitar la segunda inspección
Aunque no siempre puedes evitar la segunda inspección, especialmente si te seleccionan al azar, sí puedes reducir mucho las probabilidades preparando bien tu viaje:
- Antes de viajar, asegúrate de que tu pasaporte sea válido por al menos seis meses y que tu visa o ESTA estén vigentes.
- Lleva siempre los documentos originales.
- Prepárate para demostrar tu situación en tu país: carta de trabajo o de estudios, estados de cuenta y, muy importante, pruebas de que planeas regresar (boleto de vuelta, contrato de alquiler, matrícula universitaria, etc.).
- Revisa tus dispositivos electrónicos y redes sociales. Elimina publicaciones o mensajes que puedan interpretarse como intención de trabajar ilegalmente o quedarte más tiempo del permitido. Si manejas información sensible, considera viajar con un teléfono limpio.
Durante la primera inspección, tu comportamiento y actitud son fundamentales. Responde solo lo que te preguntan, sin dar información extra innecesaria. Muchas personas se ponen nerviosas y empiezan a hablar de más, lo cual solo genera más preguntas y sospechas.
Sé claro, directo y honesto en todas tus respuestas. Si el oficial te pregunta el propósito de tu visita, una respuesta como “turismo” es suficiente. No necesitas explicar tu itinerario completo a menos que te lo pidan específicamente.
Nunca hagas bromas sobre seguridad, drogas, terrorismo, bombas o cualquier tema relacionado con la seguridad. Lo que a ti te parece un comentario gracioso puede resultar en una investigación seria, cargos criminales o, como mínimo, varias horas de interrogatorio en segunda inspección.
No discutas ni seas grosero con el oficial bajo ninguna circunstancia. Incluso si sientes que te están haciendo preguntas injustas o te están tratando mal, mantén la compostura. Ser irrespetuoso o confrontativo es una manera casi garantizada de terminar en segunda inspección, y va a hacer que tu experiencia sea mucho peor.
Si no entiendes algo, pide que lo repitan o que te expliquen en lugar de adivinar o dar una respuesta al azar. Es mejor admitir que no entendiste la pregunta que dar una respuesta equivocada que luego no puedas explicar.
Cómo comportarte durante la segunda inspección
Si te llevan a segunda inspección, la forma en que te comportas puede marcar una gran diferencia en el resultado.
Lo primero y más importante es mantener la calma. Por supuesto, es normal sentirse nervioso, preocupado e incluso un poco asustado. Pero trata de no mostrarte excesivamente ansioso o a la defensiva.
Los oficiales están entrenados para detectar comportamiento sospechoso, y el nerviosismo extremo puede hacerte parecer culpable incluso si no has hecho nada malo.
Respira profundo y recuerda que la segunda inspección es un procedimiento rutinario para miles de viajeros cada día. La gran mayoría de las personas que pasan por ahí salen sin consecuencias negativas y continúan con su viaje. El hecho de que te hayan enviado a segunda inspección no significa automáticamente que vas a tener problemas.
Colabora con los oficiales, pero también sé cuidadoso con lo que dices. Responde las preguntas de forma clara, breve y directa. La mayoría de los problemas en segunda inspección surgen cuando las personas dan demasiada información voluntariamente y terminan contradiciéndose o mencionando cosas que generan más sospechas.
Si no sabes algo, di simplemente “no sé”. No intentes inventar una respuesta o adivinar. Es mucho mejor admitir que no tienes esa información que dar una respuesta incorrecta que luego no puedas respaldar. Del mismo modo, si no recuerdas algo con exactitud, di “no recuerdo con seguridad” en lugar de dar una fecha o detalle que podría estar equivocado.
Mantén tu historia completamente consistente con lo que dijiste en la primera inspección. Los oficiales tienen notas de tu conversación inicial, y cualquier contradicción va a generar señales de alerta inmediatas.
Sé educado y respetuoso en todo momento, sin importar cómo te sientas o cómo te estén tratando los oficiales. Usa “señor” o “señora” al dirigirte a ellos. Mantén contacto visual apropiado. No cruces los brazos ni adoptes una postura defensiva. El lenguaje corporal comunica mucho, y quieres proyectar cooperación, no confrontación.
Si te piden firmar algo, esta es una situación crítica que requiere mucha precaución. Lee todo lo que te ponen delante antes de firmarlo. Si el documento está en inglés y no dominas el idioma, pide un intérprete o pide tiempo para leerlo con mucho cuidado. Usa un traductor si es necesario.
Si no entiendes un documento completamente, pide una explicación clara de qué estás firmando y cuáles son las consecuencias. No dejes que te presionen para firmar algo rápidamente.
Si te confiscan algo, ya sea dinero, artículos o tus dispositivos electrónicos, insiste en recibir un recibo oficial. Este recibo debe detallar qué te quitaron, por qué lo confiscaron y cómo puedes recuperarlo. Sin este recibo, va a ser mucho más difícil reclamar tus pertenencias después.
Respecto a los dispositivos electrónicos, esta es una de las partes más delicadas de la segunda inspección. Si te piden desbloquear tu teléfono o computadora, tienes que evaluar con cuidado las consecuencias de negarte. Como mencionamos antes, técnicamente nadie puede obligarte a dar tu contraseña, pero las consecuencias de negarte son serias.
En ciertos momentos durante la segunda inspección, especialmente si las cosas se están complicando, considera contactar ayuda externa. Si la situación se está poniendo seria, si te están presionando para firmar algo importante, o si sientes que están violando tus derechos, pide contactar a tu abogado.
Aunque no tienes derecho a un abogado presente durante la inspección, en la práctica muchos oficiales te permiten hacer una llamada telefónica si el proceso se está alargando mucho. Pide esto de manera respetuosa pero firme. Tener a un abogado de inmigración al teléfono, aunque sea solo para escuchar y dar consejos, puede cambiar la dinámica de la situación.
Si eres extranjero, puedes pedir contactar a tu consulado en cualquier momento. El personal consular puede ayudarte de varias maneras: pueden verificar tu identidad si hay dudas, pueden contactar a tu familia para avisarles que estás detenido, pueden ayudarte a conseguir un abogado. Su presencia muchas veces hace que los oficiales sean más cuidadosos con los procedimientos.
Por esto es tan importante que siempre tengas a mano el número de un abogado de inmigración confiable o de un familiar que pueda contactar a uno por ti. No esperes a estar en segunda inspección para buscar estos números en internet. Guárdalos en un papel en tu billetera antes de viajar, y también compártelos con alguien que pueda ayudarte desde afuera.
¿Qué puede pasar después de la segunda inspección?
Después de la segunda inspección, hay varias resoluciones posibles. El resultado depende de lo que los oficiales encuentren durante su revisión y de tu situación migratoria específica.
La resolución más común, y la que la mayoría de las personas experimenta, es que te permiten entrar al país. En la mayoría de los casos, esto no deja ninguna marca negativa en tu expediente migratorio.
En algunos casos específicos, sobre todo con estudiantes, te pueden dar entrada temporal con condiciones. Esto sucede a veces cuando te falta un documento importante pero los oficiales creen que tu caso es legítimo. Te entregan un formulario I-515A que te da 30 días de estadía temporal en Estados Unidos para conseguir y presentar la documentación faltante.
Otra posibilidad es el retiro voluntario de tu solicitud de entrada. El oficial puede sugerirte que “retires tu solicitud voluntariamente” y regreses en el próximo vuelo disponible. Esto suena menos grave que una deportación, y en cierto sentido lo es. Un retiro voluntario no genera una orden formal de remoción en tu expediente, lo cual es mejor que una deportación. Sin embargo, significa que no vas a entrar a Estados Unidos en este viaje. Todos tus planes se cancelan, pierdes el dinero de tu boleto y, dependiendo de las razones del retiro, puede afectar tus futuras solicitudes de visa. Antes de aceptar un retiro voluntario, piensa bien si realmente es tu mejor opción, sobre todo si crees que tienes documentación válida y derecho legítimo a entrar.
La negación de entrada con remoción expedita es una de las consecuencias más serias. Si el oficial determina que no cumples los requisitos para entrar al país, pueden deportarte usando un procedimiento llamado “remoción expedita” o “expedited removal”. Este proceso es rápido y no requiere una audiencia ante un juez, y las consecuencias son graves y duraderas:
- Queda un registro permanente de deportación en tu expediente migratorio. Este registro va a aparecer en todas las verificaciones futuras de antecedentes.
- Puedes quedar prohibido de entrar a Estados Unidos por 5 años o más. En algunos casos, especialmente si te encuentran culpable de fraude o tergiversación material, la prohibición puede ser permanente.
- Esta marca en tu expediente afecta seriamente cualquier futura solicitud de visa. Incluso después de que pase el período de prohibición, las embajadas van a examinar mucho más tus solicitudes y será más difícil lograr que te aprueben.
Si eres residente permanente y te someten a remoción expedita, puedes perder tu estatus de residente. Sin embargo, como residente tienes derecho a una audiencia ante un juez de inmigración antes de que esto suceda, a menos que hayas firmado el formulario I-407 voluntariamente. Esta es otra razón por la cual es tan crítico nunca firmar ese formulario sin consultar a un abogado primero.
En casos más complejos, especialmente con residentes permanentes que no renuncian voluntariamente a su estatus, CBP puede darte un “Notice to Appear” (Aviso para comparecer). Este documento inicia procedimientos de remoción ante un juez de inmigración. A diferencia de la remoción expedita, significa que tu caso va a pasar por el sistema de cortes de inmigración.
Otra posibilidad es el arresto por cargos criminales. Si durante la segunda inspección encuentran algo ilegal en tus pertenencias o si hay órdenes de arresto pendientes contra ti, te pueden arrestar inmediatamente. Esto no es solo un asunto migratorio sino criminal, y aplica tanto a ciudadanos estadounidenses como a extranjeros.
Los motivos más comunes de arresto incluyen: encontrar drogas ilegales en tu equipaje, grandes cantidades de dinero no declaradas (más de $ 10.000 deben declararse), armas sin los permisos apropiados, documentos fraudulentos, o descubrir que hay órdenes de arresto pendientes en tu contra por delitos cometidos anteriormente en Estados Unidos o en otros países. En estos casos, además de las consecuencias migratorias, enfrentas cargos criminales que pueden resultar en tiempo en prisión.
La confiscación de artículos es también común, incluso si te permiten entrar al país. CBP puede y va a confiscar cualquier artículo prohibido que encuentren: drogas ilegales (obviamente), pero también ciertas armas, productos falsificados o pirateados, ciertos alimentos y productos agrícolas que no están permitidos y dinero en efectivo que exceda los $ 10.000 sin declarar.
Es importante entender que la confiscación de dinero es permanente a menos que puedas probar su origen legal. Si traes $ 15.000 en efectivo y no lo declaraste, no solo te lo confiscan, sino que también puedes enfrentar multas y cargos criminales. Si el dinero era legítimo, pero olvidaste declararlo, puedes intentar reclamarlo después, pero el proceso es largo, costoso y no siempre exitoso.
Para saber más sobre este tema, te recomendamos el artículo “Cuánto dinero puedes llevar al viajar hacia o desde USA“.
¿Qué hacer si te pasan a segunda inspección repetidamente?
Si te encuentras en la situación de ser enviado constantemente a segunda inspección cada vez que intentas entrar a Estados Unidos, sin razón aparente y sin que encuentren nada problemático, esto puede indicar que hay algún error en tu información en los sistemas del gobierno.
Afortunadamente, existen mecanismos oficiales para intentar resolver esta situación.
El primer paso es solicitar una revisión a través del DHS TRIP, que es el Programa de Consultas sobre Revisión de Viajeros del Departamento de Seguridad Nacional. Este programa fue creado específicamente para ayudar a personas que experimentan problemas repetidos durante sus viajes, y es completamente gratuito.
Para presentar tu caso ante DHS TRIP, necesitas visitar su sitio web oficial y completar un formulario de consulta detallado. Debes proporcionar tu información personal completa, incluyendo todos los nombres que has usado, fechas de nacimiento, números de pasaporte, números de visa si tienes y cualquier otra información de identificación.
Es fundamental que des detalles específicos de dónde y cuándo has tenido problemas. No digas simplemente “me envían a segunda inspección con frecuencia”. En lugar de eso, especifica: “He viajado a Estados Unidos cinco veces en los últimos dos años. En cada ocasión, al entrar por el aeropuerto JFK de Nueva York, fui enviado a segunda inspección. Las fechas específicas fueron: 15 de enero de 2023, 3 de mayo de 2023…” y así sucesivamente. Cuanto más específico seas, más fácil será para ellos investigar tu caso.
Si tienes alguna explicación o teoría de por qué crees que esto está pasando, inclúyela. Por ejemplo, si compartes el nombre con alguien que está en una lista de vigilancia o si sabes que hubo un incidente específico en el pasado que pudo haber generado un marcador en tu expediente, explícalo. Si has viajado a países que generan escrutinio adicional, como Irán, Siria, o Corea del Norte, menciona que entiendes que esto puede ser un factor pero que tus viajes fueron legítimos.
Incluye cualquier documentación que respalde tu caso. Si tienes los recibos de tus inspecciones secundarias, las órdenes de entrada que te dieron, cartas de empleadores o universidades que confirmen tu situación legítima, o cualquier otra evidencia que ayude a demostrar que no representas ningún riesgo, adjúntala a tu solicitud.
El proceso de DHS TRIP no es instantáneo. Puede tomar varios meses para que revisen tu caso e investiguen qué está causando los problemas. Durante este tiempo, vas a seguir experimentando las mismas demoras si viajas. Sin embargo, una vez que completen su revisión, te van a enviar una respuesta por escrito. Esta respuesta no siempre va a explicar exactamente qué estaba mal debido a razones de seguridad, pero si logran resolver el problema, tus futuros viajes deberían ser más fluidos.
Otra opción importante es solicitar tus registros bajo la Ley de Libertad de Información, conocida como FOIA por sus siglas en inglés. Esta ley te da el derecho de pedir copias de cualquier información que el gobierno federal tenga sobre ti, con ciertas excepciones por seguridad nacional.
Para solicitar tus registros de CBP, puedes usar el portal en línea FOIA Secure Release, que es la manera más rápida. También puedes enviar una solicitud por correo postal, aunque esto tarda mucho más porque el personal tiene que ingresar manualmente tu solicitud al sistema.
En tu solicitud FOIA, especifica qué registros quieres. Por ejemplo: “Solicito copias de todos los registros en el sistema TECS relacionados con mi persona, incluyendo todos los registros de entradas y salidas, cualquier nota de inspecciones secundarias, y cualquier marcador o alerta asociado con mi nombre o número de pasaporte”. Cuanto más específico seas sobre qué estás buscando, más probable es que recibas información útil.
Debes proporcionar información suficiente para que puedan identificarte claramente: nombre completo, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, número de pasaporte y números de visa si los tienes. Si has usado diferentes nombres en el pasado, inclúyelos todos. También debes firmar tu solicitud y, si vives fuera de Estados Unidos, incluir una declaración jurada notariada verificando tu identidad.
El proceso de FOIA también toma tiempo, por lo general varios meses. Pero la información que recibes puede ser reveladora. Puede que descubras que hay un error simple en tu fecha de nacimiento en el sistema o que tienes un nombre similar a alguien en una lista de vigilancia o que hay una nota de un oficial de hace años que sigue generando alertas cada vez que viajas.
Con esta información en mano, puedes trabajar con un abogado para corregir cualquier error o para entender mejor qué está causando tu problema.
En algunos casos, simplemente saber qué está en tu expediente te permite prepararte mejor para futuras entradas y explicar la situación proactivamente a los oficiales.
Consultar a un abogado de inmigración experimentado es fundamental si estás experimentando problemas repetidos en la frontera. Un abogado puede:
- Analizar tu situación y ayudarte a entender exactamente por qué puede estar pasando esto.
- Representarte oficialmente en comunicaciones con el gobierno, lo cual a veces recibe más atención que las solicitudes individuales.
- Identificar errores legales en cómo te están tratando y tomar acción apropiada.
- Ayudarte a determinar si necesitas solicitar algún tipo de perdón o “waiver”, o si hay otros procedimientos legales que podrían resolver tu situación.
Es importante entender que estos procesos de revisión y corrección no garantizan un resultado favorable.
Hay casos donde la persona está en una lista de vigilancia por razones legítimas que el gobierno no puede o no quiere explicar por completo.
Hay situaciones donde simplemente tienes un perfil que coincide con parámetros de riesgo y seguirás siendo seleccionado para inspección adicional con regularidad.
Sin embargo, vale la pena intentar estos procedimientos porque en muchos casos sí resuelven el problema, sobre todo cuando se trata de errores de información o confusión de identidad.
Consejos finales
La segunda inspección en los puertos de entrada de Estados Unidos puede ser una experiencia estresante e intimidante, pero entender el proceso te da poder para manejarlo mejor.
Millones de personas navegan este proceso exitosamente cada año. Con la información correcta, la preparación adecuada, y la actitud apropiada, tú también puedes hacerlo. Mantén la calma, sé honesto, conoce tus derechos, y no dudes en buscar ayuda profesional si la necesitas.

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