Cuando tengas que presentar documentos ante las autoridades migratorias estadounidenses, hay una regla que no tiene excepciones: todo lo que no esté en inglés debe ir acompañado de una traducción completa al inglés.
Esta regla aplica tanto para USCIS (el Servicio de Ciudadanía e Inmigración) como para las cortes de inmigración.
En este artículo te contamos:
- Cuándo y por qué necesitas traducir tus documentos migratorios.
- Qué tipos de documentos deben traducirse al inglés.
- Qué requisitos deben cumplir las traducciones y la certificación del traductor.
- Las diferencias entre traducir para USCIS y para la corte de inmigración.
- Los errores más comunes y cómo evitarlos para no retrasar tu caso.
Por qué se necesita traducir los documentos
La razón es muy simple: los oficiales y jueces que revisan tu caso necesitan entender exactamente qué dicen tus documentos para tomar decisiones sobre tu situación migratoria.
No importa si tu acta de nacimiento está en español, tu diploma en francés o tu certificado de policía en mandarín. Si el oficial no puede leerlo, no va a poder evaluarlo.
Esta exigencia no es solo un trámite burocrático. Es la forma en que las autoridades pueden verificar tu identidad, tus relaciones familiares, tu historial y todos los datos importantes de tu caso.
Sin traducciones correctas, tu solicitud puede retrasarse, ser rechazada o incluso negada.
Qué documentos necesitan traducción
Los documentos que generalmente requieren traducción incluyen:
- Documentos personales: actas de nacimiento, matrimonio, divorcio, defunción, cambios de nombre, adopciones y certificados de unión civil.
- Documentos legales: antecedentes penales, órdenes judiciales, sentencias, registros militares, poderes notariales y cualquier documento de procedimientos legales.
- Documentos académicos y profesionales: diplomas universitarios, certificados de estudios, licencias profesionales, cartas de empleo, certificados de capacitación, récords médicos y certificados de vacunación.
- Documentos financieros: estados de cuenta bancarios, declaraciones patrimoniales y comprobantes de ingresos.
En resumen, cualquier documento en idioma extranjero que presentes como evidencia debe estar traducido al inglés.
Cómo debe ser la traducción
Las traducciones no pueden ser de cualquier manera. Tienen que cumplir con algunos requisitos específicos:
1. Debe ser completa
Esto significa que tienes que traducir todo lo que aparece en el documento original:
- Todo el texto
- Los sellos y estampas de las autoridades que emitieron el documento
- Las notas escritas a mano
- Las firmas
- Los encabezados oficiales
- Las fechas
No puedes traducir solo “lo importante” o hacer resúmenes. Las traducciones parciales serán rechazadas.
2. Debe ser exacta
La traducción tiene que mantener el significado exacto del documento original.
No se trata de interpretar o adaptar, sino de trasladar fielmente cada palabra.
Los términos legales deben traducirse con precisión, porque cambios pequeños en el lenguaje pueden alterar el significado legal del documento.
3. Debe incluir una certificación
Toda traducción debe venir acompañada de una certificación firmada por el traductor. Esta certificación es una declaración escrita que debe incluir:
- El nombre completo del traductor (escrito con claridad)
- Una declaración de que el traductor domina tanto el idioma original como el inglés
- Una declaración de que la traducción es fiel y exacta
- La firma del traductor
- Información de contacto del traductor (dirección y teléfono)
- La fecha de la certificación

Traducciones para USCIS vs. la corte de inmigración
Hay diferencias entre traducir para USCIS y traducir para la corte de inmigración:
- Para USCIS: aceptan traducciones hechas por cualquier persona competente, aunque no lo recomiendan. Si presentas una traducción hecha por ti o por un familiar, USCIS puede cuestionarla y enviarte una solicitud de evidencia adicional (RFE) pidiéndote que presentes una nueva traducción. Esto puede retrasar tu caso por varios meses.
- Para la corte de inmigración: los jueces son mucho más estrictos. Muchas veces rechazan traducciones que parecen poco profesionales o hechas por personas relacionadas con el caso. Por eso, por lo general se recomienda usar traductores profesionales para casos en corte. Una traducción rechazada puede afectar negativamente el resultado de tu audiencia.

Quién puede hacer las traducciones
Aquí viene una parte interesante: USCIS no exige que el traductor tenga certificación profesional, título universitario en traducción ni acreditación de ninguna asociación.
En teoría, cualquier persona que domine ambos idiomas puede traducir tus documentos, incluso tú mismo o un familiar.
Pero, no porque esté permitido significa que sea lo recomendable ni lo mejor.
¿Por qué?
Aunque legalmente puedas traducir tus propios documentos, hay razones importantes para contratar servicios profesionales:
– Experiencia: los traductores profesionales conocen la terminología legal migratoria y saben cómo formatear las traducciones según lo esperan las autoridades.
– Credibilidad: una traducción profesional tiene más peso ante oficiales y jueces porque viene de una fuente sin interés personal en el resultado del caso.
– Control de calidad: las agencias profesionales revisan las traducciones varias veces para detectar errores antes de entregarlas.

– Protección: muchos traductores profesionales tienen seguro de responsabilidad que te protege si hay algún error.
– Menos riesgo de rechazo: las traducciones profesionales rara vez son cuestionadas por USCIS o la corte.
Si decides usar a un familiar o amigo para traducir, asegúrate de que:
- Dominen realmente ambos idiomas
- Entiendan la importancia de ser exactos
- No tengan conflicto de interés directo en tu caso
- Puedan hacer la certificación correctamente
El peligro de las traducciones automáticas
Aquí hay un error que puede costarte muy caro: nunca uses Google Translate, inteligencia artificial u otras herramientas automáticas para traducir documentos oficiales.
¿Por qué no?
Las traducciones automáticas te pueden servir para entender un correo electrónico o leer noticias, pero cuando se trata de documentos legales que determinarán tu futuro migratorio, el riesgo es demasiado alto.

La realidad es que las máquinas no entienden el contexto. Traducen basándose en probabilidades, no en comprensión. Adivinan cuál es la traducción más probable, pero no entienden el significado real de lo que están traduciendo.
Además, el lenguaje legal tiene significados muy específicos. Una palabra puede tener un significado en conversación casual y otro muy diferente en documentos legales.
Por último, USCIS y las cortes exigen una certificación humana. Y una traducción automática no se puede certificar, porque nadie puede garantizar su exactitud.
Errores comunes que debes evitar
– Traducciones incompletas
Este es el error más frecuente y más dañino. Algunos solicitantes creen que solo necesitan traducir “lo importante” del documento, pero USCIS y la corte exigen que traduzcas hasta el último detalle. Si omites un sello, una nota o una sección que consideras irrelevante, tu traducción será rechazada.
– Certificaciones incorrectas o faltantes
Una traducción perfecta sin la certificación adecuada es inútil. La certificación no es opcional, es obligatoria. Y debe incluir todos los elementos requeridos: nombre del traductor, declaración de competencia, firma, contacto y fecha.
– Cambiar el formato del documento
La traducción debe seguir el mismo formato que el documento original. Los elementos deben aparecer en el mismo orden y organización.
– Usar traducciones notariadas innecesariamente
Muchas personas confunden “certificación” con “notarización”. USCIS no requiere que las traducciones estén notariadas. La certificación del traductor es suficiente. Pagar por notarización es gastar dinero de más, aunque no hace daño incluirla si ya la tienes.
– Presentar solo la traducción sin el original
Siempre debes presentar tanto el documento original (o una copia clara) como la traducción certificada. Las autoridades necesitan ver ambos.
Recomendaciones prácticas
Es importante planear la traducción con tiempo. No lo dejes para el último momento. Aunque algunos traductores profesionales pueden trabajar rápido, vas a necesitar tiempo para revisar las traducciones, hacer correcciones si es necesario y organizar toda tu documentación. Contacta a traductores al menos 4 a 6 semanas antes de tu fecha límite.
Conviene también conservar copias digitales y físicas de todos tus documentos originales y sus traducciones. Guárdalas en lugares diferentes (en tu computadora, en la nube, en casa de un familiar de confianza). Así, si pierdes algo, podrás reemplazarlo rápidamente.
Además, antes de presentar tus documentos, recomendamos revisar bien que cada documento extranjero tenga su traducción, que cada traducción tenga su certificación completa, que no falten páginas, que todo sea legible, etc.
Reflexión final
Las traducciones certificadas no son solo un requisito burocrático, son el puente que conecta tu vida documentada en otro idioma con el sistema legal estadounidense.
Cuando un oficial de USCIS o un juez de inmigración revisa tu caso, estas traducciones son su única forma de entender quién eres, de dónde vienes y por qué mereces el beneficio migratorio que buscas.
No arriesgues tu futuro con traducciones improvisadas, automáticas o incompletas. Ya sea que uses un traductor profesional, un familiar competente o cualquier otra opción, asegúrate de que las traducciones sean exactas, completas y estén certificadas correctamente.
Tu caso migratorio es demasiado importante para dejarlo en manos de Google Translate.

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