Si estás embarazada y estás pensando en viajar a Estados Unidos, ya sea para visitar familia, hacer turismo o incluso para dar a luz, necesitas entender bien las reglas del juego.
La situación se volvió más compleja en los últimos años, y lo que antes era relativamente sencillo ahora requiere preparación y documentación cuidadosa.
En este artículo te contamos:
- Cuán probable es que te dejen entrar al país si estás embarazada
- Por qué no es lo mismo viajar embarazada y viajar para dar a luz
- Qué tipo de visa necesitas y qué documentación presentar
- Qué pasa si te niegan la entrada o si tu bebé nace en Estados Unidos
- Consejos prácticos para prepararte y reducir riesgos migratorios
¿Puedo entrar a Estados Unidos si estoy embarazada?
La verdad es que no existe ninguna ley que prohíba a una mujer embarazada entrar a Estados Unidos.
Sin embargo, el oficial de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que te atienda en el puerto de entrada tiene completa discreción para decidir si te deja pasar o no.
Y cuando hay un embarazo de por medio, ese oficial va a analizar tu situación con mucha atención.
La diferencia clave: viajar embarazada vs. viajar para tener un bebé
Aquí está el punto más importante que tienes que entender: una cosa es viajar a Estados Unidos estando embarazada y otra muy diferente es viajar con el objetivo de dar a luz en el país para que tu bebé obtenga la ciudadanía.
Esta segunda situación se conoce como “turismo de nacimiento” y las autoridades estadounidenses lo tienen en la mira.
Desde enero de 2020, el Departamento de Estado implementó cambios importantes en cómo evalúan las solicitudes de visa de turista (B-2) cuando la solicitante está embarazada.
Si un oficial consular tiene razones para creer que tu propósito principal es que tu bebé nazca en Estados Unidos para que sea estadounidense, puede negar tu visa.
No es que esté prohibido dar a luz en Estados Unidos, pero no puede ser tu razón principal para viajar.
La situación se complicó todavía más con una orden ejecutiva del presidente Trump en enero de 2025 que intentó eliminar la ciudadanía automática por nacimiento en ciertos casos.
Aunque esta orden viene enfrentando varios desafíos legales y no está completamente en vigor, creó un ambiente de mayor escrutinio hacia las mujeres embarazadas que viajan al país.
Qué visa necesitas
Si tu país tiene acuerdo con el Programa de Exención de Visa, normalmente podrías viajar sin visa tramitando solo el ESTA. Sin embargo, si tu embarazo se nota o si lo mencionas en algún momento del proceso, prepárate para responder preguntas adicionales sobre tus planes.
Para la mayoría de las mujeres embarazadas que quieren visitar Estados Unidos, la visa B-2 de turista es la opción que corresponde. Si ya tienes una visa de turista válida que obtuviste antes de quedar embarazada, puedes usarla. Pero igual te harán preguntas al llegar a la frontera sobre tus intenciones y capacidad para pagar cualquier atención médica que necesites.
Si estás tramitando una visa nueva y estás embarazada, o si vas a dar a luz durante el período en que tu visa estaría válida, el oficial consular va a asumir que tu intención es tener al bebé en Estados Unidos.
Para cambiar esa presunción, necesitas demostrar que tienes otro motivo válido para viajar o que planeas regresar a tu país antes de la fecha probable de parto.
Lleva evidencia concreta a tu entrevista: invitaciones a eventos específicos, reservas de hotel por períodos cortos, carta de tu médico confirmando tu fecha de parto y que estás en condiciones de viajar, boletos de regreso comprados para antes del nacimiento.
Existe una excepción importante: si necesitas viajar específicamente para recibir tratamiento médico que no está disponible en tu país, todavía puedes obtener una visa B-2 con ese propósito. Pero tendrás que demostrar que:
- un profesional médico en Estados Unidos aceptó tratarte;
- tienes los medios económicos para pagar ese tratamiento, y
- tu intención principal no es obtener la ciudadanía para tu bebé.
Las visas de otros tipos (estudiante, trabajo) y la residencia permanente en trámite no están sujetas a estas mismas restricciones sobre embarazo y turismo de nacimiento, aunque igual tendrás que demostrar que puedes pagar cualquier atención médica que necesites.
Qué pasa con la situación migratoria del bebé
Tradicionalmente, cualquier persona nacida en territorio estadounidense obtiene la ciudadanía de forma automática, sin importar el estatus migratorio de sus padres.
Este principio viene de la Decimocuarta Enmienda de la Constitución. Sin embargo, una orden ejecutiva de 2025 intentó cambiar esto para bebés cuyos padres no sean ciudadanos o residentes permanentes o que estén en el país solo de forma temporaria.
La batalla legal sobre este tema continúa. Varios jueces federales han bloqueado la orden, pero el caso llegó a la Corte Suprema y la situación sigue sin resolverse por completo.
Lo que sí es seguro es que, si tu bebé nace en Estados Unidos, eso no cambia en nada tu estatus migratorio.
No obtienes ningún beneficio migratorio inmediato por tener un hijo ciudadano estadounidense. Tu bebé eventualmente podría patrocinarte para una visa de inmigrante, pero solo cuando cumpla 21 años y pueda demostrar capacidad económica para apoyarte. Mientras tanto, sigues siendo extranjera y debes respetar los términos de tu visa.
Si das a luz en Estados Unidos durante una visita turística, deberás regresar a tu país cuando termine tu período autorizado de estadía. El hecho de tener un bebé estadounidense no te da derecho a quedarte más tiempo ni a ajustar tu estatus.
Las aerolíneas tienen sus propias reglas
Más allá de las cuestiones migratorias, las aerolíneas tienen sus propias políticas sobre pasajeras embarazadas. Esto es por razones médicas y de seguridad, no por inmigración.
Muchas aerolíneas no permiten volar a mujeres en las últimas semanas de embarazo por el riesgo de que entren en trabajo de parto durante el vuelo.
Estas políticas varían mucho entre aerolíneas y también pueden ser diferentes para vuelos internacionales versus domésticos.
Algunas permiten volar hasta la semana 36 con un certificado médico, otras establecen límites más estrictos. Algunas requieren autorización médica después de cierta semana de gestación, otras te pedirán que firmes un documento liberándolas de responsabilidad.
Las aerolíneas también hacen su propia verificación de pasajeros antes de permitirles abordar vuelos internacionales. Esto es porque si te niegan entrada en el país de destino, la aerolínea es responsable de pagarte el viaje de regreso y además enfrenta multas por no verificar de forma adecuada a sus pasajeros.
Por esta razón, si tu embarazo es muy visible y viajas a Estados Unidos, la aerolínea podría pedirte documentación que demuestre que puedes pagar un parto en Estados Unidos o que regresarás a casa mucho antes de tu fecha probable de parto.
Qué esperar en el consulado
Si estás embarazada y vas a tu entrevista consular para obtener una visa de turista, prepárate para preguntas directas. El oficial consular tiene instrucciones de evaluar si tu propósito principal es dar a luz en Estados Unidos.
Las preguntas típicas incluyen:
- ¿Cuándo es tu fecha probable de parto?
- ¿Cuál es el propósito específico de tu viaje?
- ¿Cuánto tiempo planeas quedarte?
- ¿Tienes seguro médico que cubra atención en Estados Unidos?
- ¿Qué lazos tienes con tu país de origen que te garanticen que vas a regresar?
- Si estás muy avanzada en el embarazo, ¿por qué viajas en este momento específico?
Sé honesta.
Las inconsistencias o mentiras pueden resultar en que te marquen por fraude, lo cual tendría consecuencias graves a largo plazo para cualquier futura solicitud de visa.
Si tu viaje tiene un propósito legítimo (visitar familia, asistir a un evento importante, turismo), explícalo de forma clara y lleva evidencia que lo respalde.
Si el oficial consular determina que tu propósito principal es dar a luz en Estados Unidos para obtener ciudadanía para tu bebé, negará tu visa.
Si tienes un motivo genuino, pero no logras demostrarlo de forma convincente, también pueden negártela. Por eso la documentación es tan importante.
Qué esperar al llegar a la frontera
Incluso si tienes una visa válida o viajas bajo el Programa de Exención de Visa, el oficial de CBP que te reciba en el puerto de entrada tiene la última palabra sobre si te permite ingresar al país.
Y si estás embarazada, sobre todo si estás en una etapa avanzada, ese oficial va a examinar tu situación con más cuidado.
La principal preocupación del oficial es evaluar si existe riesgo de que te conviertas en una “carga pública“, es decir, que el gobierno tenga que pagar tu atención médica porque tú no tienes manera de hacerlo.
Entre más avanzado esté tu embarazo y más tiempo planees quedarte, más querrá el oficial ver pruebas de que puedes pagar cualquier atención médica que necesites.
Por ejemplo, si estás de seis meses, tu embarazo parece normal y planeas quedarte dos semanas, las probabilidades de que entres en trabajo de parto durante tu visita son bastante bajas.
En ese caso, si tienes un buen historial de viajes previos a Estados Unidos donde respetaste los términos de tu visa, es probable que te dejen entrar sin muchos problemas.
Pero si estás de ocho meses y planeas quedarte tres semanas o más, el oficial definitivamente querrá ver prueba de que tú o tu seguro pueden pagar el parto si sucede.
Ten en cuenta que dar a luz en Estados Unidos es muy caro. Un parto sin complicaciones puede costar alrededor de $ 10.000 dólares. Y, si hay complicaciones, el costo puede dispararse a decenas de miles de dólares.
Las preguntas que puedes esperar en la frontera incluyen:
- ¿Cuál es el propósito de tu visita?
- ¿Cuánto tiempo planeas quedarte?
- ¿Dónde te vas a quedar?
- ¿Por qué viajas tan avanzada en tu embarazo?
- ¿Quién pagará los gastos médicos si necesitas atención?
- ¿Tienes seguro médico que cubra emergencias en Estados Unidos?
- ¿Qué evidencia tienes de lazos fuertes con tu país que garanticen tu regreso?
Responde con honestidad y confianza. Tener tus documentos organizados y listos para mostrar demuestra transparencia y puede acelerar el proceso.
Si te envían a una inspección secundaria, mantén la calma. Es un procedimiento de rutina cuando hay situaciones que requieren evaluación adicional.
En algunos aeropuertos extranjeros, los oficiales de CBP hacen la inspección migratoria antes de que abordes el avión. Si viajas desde una ciudad con este servicio de preinspección, enfrentarás las mismas preguntas, pero antes de subir al avión en lugar de al llegar a Estados Unidos.
Viajar por tierra vs. por aire
Si planeas cruzar la frontera terrestre, los oficiales de CBP consideran los mismos factores que en un aeropuerto, pero tienden a ser más estrictos con mujeres que están muy cerca de su fecha de parto.
En los aeropuertos, es menos común ver viajeras que estén a pocos días de su fecha probable de parto, porque por lo general las aerolíneas no las dejan abordar.
Pero en la frontera terrestre, una mujer podría querer cruzar solo por el día para hacer compras o visitar familia, incluso estando muy avanzada en su embarazo.
Además, es más fácil para CBP negar entrada en la frontera terrestre porque no tienen las preocupaciones logísticas de detener a una mujer embarazada en un aeropuerto. La mayoría llega en auto y puede ser procesada y enviada de regreso rápidamente.
Por esta razón, si estás considerando cruzar por tierra y estás en las últimas semanas de embarazo, piénsalo muy bien.
El riesgo de que te nieguen entrada es alto, y las consecuencias pueden afectar tus futuras oportunidades de viajar a Estados Unidos.
¿Qué pasa si me niegan la entrada a Estados Unidos?
Si te niegan entrada a Estados Unidos estando embarazada, las consecuencias van mucho más allá de la decepción inmediata de no poder hacer tu viaje.
Si viajas bajo el Programa de Exención de Visa (ESTA) y te niegan entrada, ya no podrás usar ese programa en el futuro. Tendrás que tramitar una visa formal para poder volver a intentar entrar a Estados Unidos.
Si viajas con una visa de turista y te niegan entrada, es probable que necesites tramitar una visa nueva. Y esta nueva visa podría no ser aprobada, precisamente porque te negaron entrada hace poco. En algunos casos, podrías quedar inadmisible por hasta tres años.
Si tuviste un bebé en Estados Unidos en el pasado y ahora estás embarazada de nuevo tratando de entrar, los oficiales de CBP van a preguntarte si pagaste todos los gastos médicos de ese parto anterior. Si no lo hiciste, es muy probable que te nieguen entrada.
Estas consecuencias pueden tener un impacto profundo en tu capacidad futura de viajar a Estados Unidos, no solo por turismo sino también por negocios, visitas familiares o cualquier otro propósito.
Por eso es fundamental que evalúes bien tu situación antes de viajar.
La documentación que deberías tener lista
Si decides viajar a Estados Unidos estando embarazada, prepara una carpeta con todos estos documentos fácilmente accesibles:
- Pasaporte válido con tu visa de turista (o confirmación ESTA si aplicas al Programa de Exención de Visa)
- Boleto de avión de regreso confirmado y pagado
- Itinerario detallado de tu viaje con reservaciones de hotel, direcciones donde te quedarás, planes específicos
- Prueba de seguro médico que cubra emergencias y atención de maternidad en Estados Unidos, con carta de la aseguradora especificando cobertura y montos
- Estados de cuenta bancarios recientes que demuestren fondos suficientes para emergencias médicas
- Carta de tu médico indicando tu fecha probable de parto, que tu embarazo es de bajo riesgo y que estás autorizada para viajar
- Si es relevante, invitaciones a eventos específicos o confirmaciones de compromisos que expliquen el propósito de tu viaje
- Evidencia de lazos fuertes con tu país: contrato de trabajo, carta del empleador autorizando tu ausencia, escrituras de propiedad, registros escolares de otros hijos, etc.
Tener todo esto organizado no solo te ayuda a responder preguntas con confianza, sino que demuestra que entiendes las preocupaciones de las autoridades y que vienes preparada.
Recomendaciones prácticas si planeas viajar
Si después de considerar toda esta información decides que quieres viajar a Estados Unidos estando embarazada, aquí hay consejos prácticos para aumentar tus probabilidades de éxito:
Viaja en una etapa temprana del embarazo. Viajar antes de las 28 semanas reduce riesgos médicos y minimiza preocupaciones sobre que des a luz durante el viaje. Un viaje temprano encaja bien en un itinerario turístico normal.
Acorta tu estadía. Planea quedarte entre una y tres semanas. Alinea tus boletos de regreso con las recomendaciones médicas sobre cuándo es seguro volar. Una estadía larga cerca de tu fecha de parto levanta señales de alerta inmediatas.
Sé estratégica con las fechas. Si tu propósito es legítimo (una boda familiar, una graduación, un evento de negocios), asegúrate de que las fechas de tu viaje correspondan con ese evento y que regreses poco después.
Responde con confianza. Si te hacen preguntas sobre tu embarazo, responde con honestidad y sin ponerte nerviosa. Estar preparada y tener documentación lista demuestra que no tienes nada que ocultar.
No trates de esconder tu embarazo. Usar ropa holgada para intentar ocultar que estás embarazada solo generará más sospechas si te descubren. La honestidad siempre es la mejor política.
Considera el “timing”. Si tu viaje no es urgente y estás en una etapa avanzada del embarazo, podría ser mejor posponerlo hasta después de que nazca tu bebé. Evalúa si el riesgo de que te nieguen entrada vale la pena.
Conclusión: viaja preparada o mejor espera
Viajar a Estados Unidos estando embarazada sigue siendo posible, pero requiere preparación meticulosa, honestidad completa y documentación sólida.
Si tu propósito es genuino, si puedes demostrar lazos fuertes con tu país de origen, si tienes los medios para pagar cualquier atención médica que necesites y si tu embarazo está en una etapa que no genera preocupaciones de seguridad, puedes tener una experiencia exitosa.
Pero si estás en una etapa muy avanzada, si tu situación económica o de seguro es precaria, si tus lazos con tu país no son muy fuertes o si no puedes explicar por qué necesitas viajar justo en ese momento, quizá convenga pensar en dejar el viaje para más adelante.
Las consecuencias de que te nieguen entrada van mucho más allá de las molestias inmediatas. Podrías quedar marcada en el sistema migratorio estadounidense, perder tu capacidad de usar el Programa de Exención de Visa (si aplica), tener que esperar años para volver a intentarlo y crear un historial que afecte cualquier futura solicitud de visa tuya o de tu familia.

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