Muchas personas creen que ganar un caso de asilo en Estados Unidos es imposible. Es cierto que las estadísticas muestran altos niveles de rechazo, sobre todo en cortes con jueces estrictos.
Por eso quería contarte la historia de una joven perseguida, que es un caso real.
Su historia demuestra que sí se puede ganar un caso de asilo, incluso en las cortes más duras y con jueces que la mayoría de las veces rechazan las solicitudes.
La experiencia de esta joven no solo nos inspira. También ofrece esperanza a quienes atraviesan situaciones similares.
Una joven perseguida por protestar
Los abogados tenemos un deber de confidencialidad respecto de nuestros clientes. Por eso no puedo decirte el nombre real de esta joven. A lo largo del artículo, entonces, voy a llamarla “Patricia” para proteger su intimidad.
Patricia es una joven nicaragüense que, con apenas 15 años, salió a la calle a protestar contra la dictadura de Ortega. Su valentía le costó muy caro: la policía y la juventud sandinista comenzaron a amenazarla constantemente, asegurándole que, si volvía a manifestarse, la matarían.
Vivir bajo ese miedo fue insoportable. Patricia se escondió durante un tiempo, hasta que finalmente logró huir de Nicaragua y emprender el peligroso camino hacia Estados Unidos.
Muchas personas mueren en el trayecto, ya sea en el desierto o durante el cruce de la frontera, pero ella sabía que era su única oportunidad de sobrevivir.
Una familia marcada por la persecución
La persecución no se limitó a Patricia. Su hermana (a quien llamaremos Carla) ya había conseguido asilo en Estados Unidos tras sufrir acoso político.
Y su tío Enrique, organizador de marchas contra el régimen, fue encarcelado en Nicaragua.
Era una familia castigada por pensar diferente.
Una corte difícil y un panorama desalentador
El caso de Patricia se presentó en la corte de Santa Ana, en el sur de California. Allí, la jueza que recibió el expediente rechazaba cerca del 80 % de los casos. Las estadísticas no estaban a su favor.
La audiencia final se desarrolló en dos jornadas, sumando seis horas de declaración.
Patricia tuvo que revivir momentos dolorosos frente a la jueza y a un fiscal implacable que buscaba contradicciones en cada respuesta. Recordar y narrar lo ocurrido fue un proceso duro y agotador.
Preparación y defensa: la clave para ganar el asilo
En casos como este, la preparación lo es todo.
Nuestro equipo trabajó intensamente para presentar un caso sólido: cada documento, testimonio y prueba fue expuesto de manera clara y contundente.
Los testigos confirmaron la historia y la jueza no pudo ignorar los riesgos reales que Patricia enfrentaba en Nicaragua.
La victoria fue tan clara que ocurrió algo inusual. Aunque lo habitual es que los fiscales apelen las decisiones de asilo, en este caso la fiscal reconoció la validez del proceso y decidió no apelar. Así, la resolución quedó firme y Patricia obtuvo la protección legal que necesitaba.
Un nuevo comienzo en libertad
Gracias a esta decisión, Patricia obtuvo asilo en Estados Unidos.
La joven que a los 15 años tuvo que esconderse por miedo ahora tiene la oportunidad de estudiar, trabajar y vivir sin temor.
Después de años de persecución, empieza una nueva etapa con oportunidades y esperanza para ella y su familia.
Un mensaje para quienes buscan asilo en Estados Unidos
Quizás te encuentres en una situación parecida: con una corte pendiente, una cita en la oficina de asilo o la sensación de que tu caso es demasiado difícil. Tal vez pienses que frente a un juez estricto no tienes oportunidades.
Pero no siempre tiene que ser así. Lo que hoy parece imposible puede convertirse en realidad con la preparación adecuada y una defensa fuerte.
Nuestra misión
Con mi colega, el abogado Gianfranco De Girolamo, trabajamos cada día para ayudar a personas como Patricia.
Nuestra misión es representar y apoyar a personas que, como Patricia, buscan protección y un nuevo comienzo en Estados Unidos.
Patricia lo logró, y tú también puedes hacerlo con la preparación adecuada.
Patricia hoy tiene una nueva oportunidad, y nosotros celebramos con ella este comienzo en libertad.

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