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La visa K-3 para cónyuges de ciudadanos: ¿conviene?

Visa K-3 para matrimonio con un estadounidense

La visa K-3 fue creada para ayudar a los cónyuges extranjeros de ciudadanos estadounidenses a reunirse más rápido con sus parejas en los Estados Unidos.

La idea era que el cónyuge pudiera entrar al país de forma temporal mientras esperaba la aprobación de la residencia permanente (Green Card).

En la práctica, la visa K-3 funciona como un “puente” hacia la residencia, ya que después de entrar a Estados Unidos con ella se puede pedir el ajuste de estatus ante el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).

¿Quiénes pueden pedir la visa K-3?

Para poder solicitar esta visa se deben cumplir algunas condiciones:

  • El matrimonio debe haberse celebrado legalmente fuera de Estados Unidos.
  • El ciudadano estadounidense debe haber presentado una petición I-130 (para residencia) que aún esté en trámite.
  • El cónyuge extranjero debe vivir fuera de los Estados Unidos y no tener ya aprobada la I-130.
  • El ciudadano patrocinador debe demostrar ingresos suficientes (al menos el 100% de las pautas federales de pobreza según su última declaración de impuestos).

Para los hijos menores de 21 años y solteros del solicitante existe la visa K-4. Estos menores pueden acompañar al padre o madre que haya obtenido la visa K-3 o unirse más tarde dentro del plazo permitido.

El proceso para pedir una visa K-3

El procedimiento para obtener una visa K-3 tiene varias etapas e involucra múltiples agencias gubernamentales.

Primero, el ciudadano estadounidense debe presentar dos peticiones separadas ante USCIS: el formulario I-130 para la residencia permanente y el formulario I-129F específicamente para la visa K-3.

Una vez que USCIS aprueba la petición I-129F, el caso se transfiere al Centro Nacional de Visas (NVC) y, luego, a la embajada o consulado estadounidense correspondiente. El cónyuge extranjero debe completar la solicitud DS-160 en línea y programar una entrevista consular en el país donde se celebró el matrimonio.

Durante la entrevista, el solicitante debe presentar documentación extensa que incluye certificados de nacimiento y matrimonio, certificados de policía, examen médico realizado por un médico autorizado por el panel y evidencia de la autenticidad de la relación matrimonial.

El problema: los tiempos

La principal limitación de la visa K-3 está en sus tiempos de procesamiento.

Aunque nació para acortar la espera, hoy la visa K-3 tarda en promedio unos 19 meses en procesarse. Es casi lo mismo que pedir la residencia permanente por matrimonio directamente a través del consulado.

La visa K-3 tiene tiempos de procesamiento muy largos

Esto hace que, en la práctica, la visa K-3 sea un trámite extra que no acelera la reunificación de la pareja.

¿Por qué la visa K-3 ya casi no se usa?

Cuando se creó la visa K-3, la petición I-129F se procesaba más rápido que la petición I-130.

Pero esto ya no es así.

Los tiempos de procesamiento cambiaron: hoy ambas peticiones suelen aprobarse casi al mismo tiempo. Muchas veces, incluso, se aprueba el formulario I-130 antes que el I-129F.

Cuando la petición I-130 y la I-129F son aprobadas a la vez o cuando la I-130 se aprueba primero, la necesidad de la visa K-3 desaparece automáticamente.

En estos casos (que son la mayoría) el NVC directamente cierra el caso de visa K-3 y se sigue directamente con la residencia permanente.

En conclusión, los cambios en los tiempos de procesamiento hacen que la visa K-3 sea poco práctica, porque implica más trámites y no acelera la reunificación de la pareja.

¿Cuál es la mejor alternativa?

Para las parejas ya casadas, lo más práctico suele ser hacer directamente el proceso consular para la residencia permanente. Se eliminan pasos y gastos innecesarios, y al llegar a los Estados Unidos el cónyuge ya obtiene la Green Card y puede trabajar de inmediato.

Consideraciones especiales para ciertos países

Vale la pena mencionar que algunos países ya ni siquiera procesan solicitudes de visas K-3.

Canadá, por ejemplo, ya no procesa estas solicitudes, dejando a las parejas canadiense-estadounidenses con las opciones de la visa K-1 para prometidos (si no están casados) o el procesamiento consular directo para la residencia permanente (si ya están casados).

Derechos y protecciones

Los solicitantes de visa K-3 reciben información importante sobre sus derechos en Estados Unidos, especialmente sobre violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil. Esta información se proporciona a través de un folleto informativo que debe revisarse antes de la entrevista consular.

Además, los solicitantes reciben cualquier información de antecedentes penales disponible sobre su cónyuge ciudadano estadounidense que USCIS haya recibido de otras agencias gubernamentales durante el procesamiento de la petición.

Entonces… ¿conviene o no?

Dados los tiempos actuales de procesamiento, la visa K-3 rara vez es la mejor opción para las parejas.

Lo que en general se recomienda, entonces, es iniciar el trámite consular de residencia permanente. Así, se evitan los pasos adicionales, costos extra y la complejidad innecesaria del proceso de visa K-3.

Pero como cada caso es distinto, lo ideal es consultar con un abogado especializado en inmigración, para evaluar las circunstancias específicas de cada pareja y determinar la estrategia más eficiente para su reunificación familiar en Estados Unidos. Si quieres iniciar tu caso, programa una consulta con nosotros haciendo clic aquí.

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