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Visa L-1: Cómo emigrar a USA como ejecutivo o experto

La visa L-1 y sus versiones L-1A y L-1B es para ejecutivos gerentes o empleados especializados

¿Alguna vez has oído hablar de la visa L-1 y te has preguntado si podría ser una opción para ti?

Aunque no estés trabajando para una empresa multinacional en este momento, entender esta visa puede abrirte nuevas perspectivas profesionales.

La visa L-1 permite a las empresas traer gerentes, ejecutivos u otros empleados especializados desde el extranjero.

Se trata de una ruta migratoria estratégica hacia Estados Unidos, y conocerla podría cambiar tu enfoque de búsqueda de empleo.

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta categoría migratoria, en qué consiste, qué subcategorías tiene, los requisitos, los beneficios y más.

¿Qué es exactamente la visa L-1?

Imagínate que trabajas para una empresa que tiene oficinas tanto en tu país como en Estados Unidos. La visa L-1 es el mecanismo legal que permite que esa empresa te traslade oficialmente para trabajar en territorio estadounidense de manera temporal.

Esta visa existe porque el gobierno estadounidense reconoce que las empresas multinacionales necesitan mover a su personal especializado para mantener la eficiencia y competitividad en el mercado global.

Es una forma de facilitar los negocios internacionales mientras se mantiene el control migratorio.

Los dos tipos de visa L-1: L-1A y L-1B

La visa L-1 se divide en dos categorías principales, cada una diseñada para diferentes tipos de profesionales:

Visa L-1A: Para ejecutivos y gerentes

Es para personas que ocupan posiciones de alto nivel en la empresa.

Si eres alguien que toma decisiones importantes, supervisa equipos o maneja funciones esenciales del negocio, probablemente califiques para esta categoría.

La visa L-1 y sus categorias visa L-1A y visa L-1b sirven para ejecutivos y gerentes

La visa L-1A también funciona para empresas todavía no han establecido operaciones en Estados Unidos, ya que les permite enviar a un empleado con conocimientos especializados para montar una nueva oficina.

Los portadores de L-1A pueden permanecer en Estados Unidos hasta siete años en total (renovando cada 1-2 años).

Visa L-1B: Para empleados con conocimientos especializados

Esta categoría está dirigida a trabajadores que poseen conocimientos únicos o avanzados sobre los productos, servicios o procesos de la empresa.

No necesitas ser gerente, pero sí debes tener habilidades o calificaciones que sean difíciles de encontrar en el mercado laboral estadounidense.

Al igual que con la visa L-1A, se puede recurrir a la visa L-1B en el caso de empresas que todavía no tienen operaciones en Estados Unidos y quieren enviar a un empleado con conocimientos especializados para armar una nueva oficina.

Los beneficiarios de L-1B pueden quedarse hasta cinco años en total (renovando cada 1-2 años).

Requisitos fundamentales de las visas L-1

Para calificar para cualquier tipo de visa L-1, hay ciertos requisitos básicos que son ineludibles:

Experiencia laboral previa: Debes haber trabajado para la empresa (o una empresa relacionada) fuera de Estados Unidos durante al menos un año completo dentro de los tres años anteriores a la solicitud. Este año debe ser continuo y de tiempo completo. Los viajes cortos a Estados Unidos por negocios no interrumpen este requisito, pero tampoco cuentan para cumplirlo.

Relación empresarial calificada: La empresa que te patrocina en Estados Unidos debe tener una relación específica con tu empleador extranjero. Pueden ser empresa matriz y subsidiaria, sucursales de la misma compañía o empresas afiliadas. La clave es que debe existir un control o propiedad común significativa.

Capacidad profesional apropiada: Tu trabajo en el extranjero debe haber sido en capacidad ejecutiva, gerencial o de conocimientos especializados, y tu posición en Estados Unidos debe ser similar o equivalente.

Ventajas de la visa L-1

Una de las características más atractivas de la visa L-1 es su flexibilidad en términos de intención migratoria. A diferencia de otras visas temporales, con la L-1 puedes tener “doble intención” (“dual intent” en inglés), lo que significa que puedes solicitar una Green Card mientras mantienes tu estatus L-1 sin problemas legales.

Otra ventaja importante es que no existe un límite anual en el número de visas L-1 que se pueden otorgar. Esto contrasta con otras visas, como la H-1B, donde la competencia es feroz debido a los cupos limitados.

Los familiares también tienen beneficios. Si obtienes la visa L-1, tu cónyuge e hijos solteros menores de 21 años pueden acompañarte con visas L-2. Además, tu cónyuge tendrá autorización de trabajo en Estados Unidos, lo que es una gran ventaja para las familias.

El proceso de solicitud paso a paso

El camino hacia la visa L-1 comienza con tu empleador estadounidense, quien debe presentar el formulario I-129 ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Este es un paso crucial porque sin la aprobación de esta petición, no puedes proceder con tu solicitud de visa.

Para pedir las visas L-1 L-1A y L-1B hay que presentar el formulario I-129 ante USCIS

Una vez aprobada la petición, puedes solicitar la visa en un consulado estadounidense en tu país. Deberás completar el formulario DS-160, pagar las tarifas correspondientes y asistir a una entrevista consular.

Una aclaración importante: el hecho de que USCIS apruebe la petición de tu empleador no garantiza que te concedan la visa automáticamente en el consulado.

El Manual de Asuntos Exteriores de los Estados Unidos (que sirve como guía oficial para los oficiales que adjudican visas) dice claramente:

“Una petición individual aprobada es prueba ‘prima facie’ de que se han cumplido los requisitos para la clasificación de visa, los cuales son examinados por un adjudicador de USCIS durante el proceso de petición. Sin embargo, la aprobación de una petición por parte de USCIS no exime al solicitante de la visa de la carga de establecer su elegibilidad para la visa”.

Dicho más simple: el que se haya aprobado la petición presentada por tu empleador juega como un indicio a tu favor, pero todavía tendrás que presentarte a una entrevista en el consulado.

Durante la entrevista, el oficial consular verificará que cumplas con todos los requisitos y que tu transferencia sea genuina. Por eso, es importante estar bien preparado con toda la documentación que respalde tu caso.

Consideraciones especiales para nuevas oficinas

Si tu empresa está estableciendo una nueva oficina en Estados Unidos, existen reglas especiales que debes conocer.

En estos casos, inicialmente solo puedes obtener la visa por un año, y hay requisitos adicionales sobre demostrar que la empresa tiene recursos suficientes y planes concretos para el crecimiento.

Para ejecutivos y gerentes que van a establecer nuevas oficinas, deben mostrar que han asegurado espacio físico adecuado y que dentro del primer año la operación podrá sostener una posición ejecutiva o gerencial.

Renovaciones y extensiones

La visa L-1 es renovable, pero tiene límites máximos.

Los portadores de L-1A pueden extender su estatus hasta un máximo de siete años, mientras que los L-1B están limitados a cinco años.

Las extensiones se pueden solicitar en incrementos de hasta dos años.

Una vez que alcances el límite máximo, debes permanecer fuera de Estados Unidos durante al menos un año antes de poder solicitar otra visa L-1.

Errores comunes que debes evitar

Muchas solicitudes fallan porque no logran demostrar adecuadamente la naturaleza especializada del conocimiento del empleado o el nivel gerencial/ejecutivo de sus responsabilidades. Es crucial proporcionar descripciones detalladas y específicas del trabajo, no solo títulos genéricos.

De hecho, en nuestra práctica diaria vemos cómo muchos se sorprenden cuando se dan cuenta de lo detallado que tiene que ser el caso con respecto a las responsabilidades de la posición ofrecida en los Estados Unidos.

Otro error frecuente es no documentar apropiadamente la relación entre las empresas extranjera y estadounidense. Esta relación debe estar establecida de forma clara con documentación corporativa sólida.

El camino hacia la residencia permanente

Una de las rutas más directas hacia la Green Card para portadores de visa L-1A es a través de la categoría EB-1C, diseñada específicamente para ejecutivos y gerentes multinacionales. Esta categoría no requiere certificación laboral, lo que acelera significativamente el proceso.

Después de la visa L-1 se podría obtener una Green Card

Los portadores de L-1B tienen opciones a través de las categorías EB-2 o EB-3, aunque el proceso puede ser más complejo y generalmente requiere certificación laboral.

Aunque la visa L-1 por sí sola no ofrece un camino a la residencia, sus requisitos son parecidos a otros trámites que sí lo ofrecen. Por eso, vale la pena tener en cuenta desde el comienzo la estrategia a largo plaza para obtener la residencia por medio de la visa L-1 como primer paso.

Consejos para una solicitud exitosa

La visa L-1 representa una excelente oportunidad para profesionales calificados de avanzar en sus carreras mientras experimentan la vida en Estados Unidos.

Con la preparación adecuada y el cumplimiento de los requisitos, puede ser tu puerta de entrada no solo a oportunidades laborales temporales, sino eventualmente a la residencia permanente en el país.

La documentación es crucial para el éxito de tu caso. Asegúrate de que todos tus papeles estén en orden y cuenten una historia consistente. Las discrepancias o información faltante pueden resultar en demoras significativas o denegaciones que nadie quiere experimentar.

Trabaja de la mano con tu empleador para desarrollar una explicación clara y convincente sobre por qué tu transferencia es necesaria para los objetivos comerciales de la empresa. No basta con decir “porque soy bueno en mi trabajo”; necesitas mostrar cómo tu “expertise” específico beneficiará las operaciones estadounidenses. Recuerda que USCIS exige mucho más detalle sobre las funciones de la posición de lo que uno podría esperar.

Aunque el proceso de visa L-1 puede parecer simple en papel, la realidad es que cada caso tiene sus propios matices y complejidades. Las regulaciones migratorias cambian constantemente y los pequeños detalles pueden hacer la diferencia entre una aprobación y una denegación.

Por eso, trabajar con un abogado de inmigración experimentado es esencial para abordar los aspectos técnicos, preparar una estrategia personalizada y asegurarte de que no se escape ningún detalle crítico. Programa una consulta con nosotros haciendo clic aquí.

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